La Oración

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La oración pone a la deidad en acción

Mediante vuestras oraciones fervientes de fe podréis mover el brazo que mueve al mundo. Podéis enseñar a vuestros hijos a orar efectivamente al estar arrodillados a vuestro lado. Elevad oraciones al trono de Dios: “Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?” Joel 2:17. Or 105.2

Dios está obrando. Él hace cosas maravillosas; y aunque more en las alturas, la oración puede alcanzar su trono. El que pone y dispone, el que hace cosas maravillosas, considerará la oración contrita de fe del más humilde de sus hijos.—The Review and Herald, 23 de abril de 1889. Or 105.3