La Oración

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Los ministros deben orar incansablemente

Los ministros deben procurar que sus corazones estén preparados antes de emprender la obra de ayudar a otros, porque el pueblo está más adelantado que muchos de los ministros. Deberían infatigablemente luchar en oración hasta que el Señor los bendiga. Cuando el amor de Dios arda sobre el altar de su corazón, no predicarán para exhibir su propio ingenio, sino para presentar a Cristo, quien quita los pecados del mundo.—Testimonios para la Iglesia 5:155. Or 75.5