La Oración

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La oración es necesaria para la fortaleza espiritual

Pero el motivo de vuestra inquietud es que no acudís en busca de la felicidad a la única fuente verdadera. Estáis siempre procurando encontrar fuera de Cristo el gozo que solo se encuentra en él. En él no hay esperanza frustrada. ¡Cómo se descuida el precioso privilegio de la oración! La lectura de la Palabra de Dios prepara la mente para la oración. Una de las principales razones, de vuestra escasa disposición para acercarnos a Dios mediante la oración es que os habéis incapacitado para esta obra sagrada leyendo historias fascinadoras que han excitado la imaginación y despertado pasiones impuras. La Palabra de Dios llega a ser insípida, se olvida la hora de la oración. La oración es la fuerza del cristiano. Cuando está solo, no se encuentra solo; siente la presencia de Aquel que ha dicho: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días”.—Mensajes para los Jóvenes, 381. Or 37.2