La Oración

46/387

Oremos siempre y como nunca antes

Mirad a Jesús con sencillez y fe. Contemplad al Salvador hasta que vuestro espíritu desfallezca bajo el exceso de luz. Oramos y creemos solo a medias. “Pedid, y se os dará”. Lucas 11:9. Orad, creed, fortaleceos unos a otros. Orad como nunca habéis orado, para que el Señor ponga su mano sobre vosotros, y seáis habilitados para comprender la longitud, la anchura, la profundidad y la altura del amor de Cristo, que sobrepuja todo entendimiento, y estéis henchidos de la plenitud de Dios.—Testimonios para la Iglesia 7:204. Or 34.2

Ore, sí, ore como nunca antes, para que no sea engañado por las artimañas de Satanás, para que no se entregue a una actitud descuidada y vana, y para que no asista a las reuniones religiosas solo para calmar su propia conciencia.—Testimonios para la Iglesia 2:131. Or 34.3

“Orad en todo tiempo”, es decir, estad siempre en el espíritu de oración, y entonces estaréis listos para la venida de vuestro Señor.—Testimonios para la Iglesia 5:217. Or 34.4

Hay ahora necesidad de mucha oración. Cristo ordena: “Orad sin cesar”; esto es, mantened la mente elevada a Dios, la fuente de todo poder y eficiencia.—Testimonios para los Ministros, 520. Or 34.5