La Música

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8. La administración de la música en la iglesia

1. Cada iglesia debe tener su comisión de música debidamente organizada y que mantenga reuniones regulares. La administración del Ministerio de la Música no debe estar en manos de una sola persona.

2. Deben realizarse charlas, sermones, seminarios o festivales de alabanza que involucren a cantantes o grupos, y fortalezcan el compromiso con la iglesia y sus principios musicales.

3. El liderazgo de la iglesia debe animar a sus miembros a desarrollar sus talentos musicales, al establecer un coro, un cuarteto, un grupo musical, una orquesta o fortalecer un talento individual.

4. La iglesia debe, dentro de lo posible, tratar de adquirir algún instrumento musical propio para fortalecer la alabanza y la formación musical.

5. La comisión directiva del Ministerio de la Música debe organizar y preparar música especial, y elegir un responsable de la alabanza de la congregación para todos los cultos de la iglesia.

6. La salida o la recepción de grupos musicales o cantantes debe tener una recomendación oficial de la iglesia de la que son miembros. Esta actitud valora a los buenos músicos y da seguridad a la iglesia.

7. La música no debe ser motivo de discusiones o actitudes radicales. La búsqueda del modelo divino debe ser guiada por el amor y la oración, y no por la imposición.