La Música

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Canto coral y de la congregación

En las reuniones que se realicen, escójase a un número de personas para que tomen parte en un servicio de canto. Y acompáñese entonces el canto con instrumentos musicales tocados con habilidad. No hemos de oponernos al empleo de instrumentos de música en nuestra obra. Esta parte del servicio ha de ser dirigida cuidadosamente; porque implica la alabanza de Dios en el canto. Mu 21.2

El canto no siempre ha de ser entonado por unos pocos. Tan a menudo como sea posible, únase en él toda la congregación.—Testimonies for the Church 9:144 (1909); El Evangelismo, 370. Mu 21.3