El otro Poder
Capítulo 21—Las publicaciones independientes
El peligro de la obra independiente—Es necesario que se haga algo para proteger los intereses de los que han creído la verdad para este tiempo. Cristo ha dado muchas advertencias contra las falsas doctrinas, los falsos profetas y los falsos cristos que surgirán y engañarán a muchos. Por la luz que Dios se ha complacido en darme, como su humilde sierva, sé que estas profecías se han estado cumpliendo, y no han sido pocos los testimonios que se han dado para afrontar las situaciones que surgieron con el correr de nuestra experiencia religiosa. Habrá grandes engaños, e incluso “de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos”. Hechos 20:30. Satanás mismo se disfrazará y se presentará como Cristo. OP 152.1
Puedo ver claramente que si todos los que piensan que están capacitados para escribir libros siguiesen su imaginación y publicaran sus producciones e insistieran en que fueran recomendadas por nuestras casas editoras, habría mucha paja esparcida por nuestro mundo. OP 152.2
El uso indiscriminado de los testimonios—Muchos de entre nuestro propio pueblo me escriben pidiendo con ferviente determinación el privilegio de usar mis escritos para dar fuerza a ciertos temas que desean presentar a la gente para que les produzcan una fuerte impresión. Es cierto que hay razones para que algunos de esos temas sean presentados; pero no me aventuraría a dar mi aprobación de usar los testimonios de ese modo, o sancionar la forma de presentar asuntos que son buenos en sí mismos del modo como proponen hacerlo. Las personas que hacen estas propuestas, por todo lo que sé, pueden ser capaces de llevar a cabo los proyectos acerca de los cuales escriben de manera sabia. Sin embargo, no me atrevo a dar la menor licencia para usar mis escritos en la forma como lo proponen. Al tomar en cuenta tales proyectos, hay muchas cosas que deberían considerarse. Al usar los testimonios para fortalecer ciertos temas que impresionaron la mente del autor, los extractos pueden dar una impresión muy diferente de la que darían si los leyeran en su contexto original. OP 152.3
También recibo material impreso, folletos y hojitas, de uno y de otro, que presentan una larga lista de pasajes bíblicos, puestos de una manera que parecería comprobar ciertas teorías, pero que sólo comprueban las teorías en la estimación de sus autores. La verdad, puesta en un marco de error, distrae la mente del tema real que debería ocupar su atención, y permite que el error aparte la mente de los hombres de la verdad presente, esencial para este tiempo. Estas personas reúnen ciertos textos bíblicos e interpretan pasajes bíblicos como para dar color a sus puntos de vista; pero están distorsionando las Escrituras para dar la apariencia de que dicen lo que no dicen. De este modo se propagarán falsas teorías en el mundo hasta el mismo fin, y mientras haya prensas y casas editoras, se presentará material erróneo para su publicación y se prepararán libros no convenientes para la circulación pública. OP 153.1
Debemos proteger nuestras casas editoras—Si no se protegiera nuestras casas editoras contra la publicación de teorías erróneas, ellas mismas llegarían a ser agentes para la diseminación de teorías falsas. Los escritores hacen un mundo de un punto o dos de su teoría, que los demás pueden no considerar importantes; entonces, el autor puede pensar que sus ideas son despreciadas. OP 154.1
Hace dos o tres días recibí un diagrama de alguien que profesa ser un observador del sábado en California, y se siente muy herido porque la Pacific Press [segunda editorial adventista de los E.U.A.] no presta atención a su producción ni acepta la luz que él quisiera presentar al mundo. Habrá muchos dioses y muchos señores que lucharán por ser reconocidos; pero si las personas que sienten esa carga de producir algo original para el mundo caminaran humildemente ante Dios con mansedumbre y contrición de espíritu, el Señor los reconocería y les daría la gracia de su Santo Espíritu para que hagan exactamente la obra que Dios quiere que hagan de acuerdo con su capacidad. OP 154.2
Usted podrá decir: ¿Qué quiere decir la Sra. de White? ¿Me está clasificando con esos obreros erráticos que ella mencionó? No, no lo estoy haciendo. Sólo quiero presentar las dificultades que exigen precaución en nuestras casas editoras, para que usted pueda ver la necesidad de tomar medidas en nuestras editoriales para desalentar el apasionamiento que afectó a muchos, al creer que el Señor puso sobre ellos la carga de escribir y publicar una variedad de temas que no sólo no son de beneficio para la iglesia en este tiempo, sino que son un perjuicio para quien se ocupa del proyecto. Deseo que usted tome conciencia de que debe hacerse algo para proteger a la gente de los impostores, y que hay necesidad de tomar decisiones que desalienten la decisión de los hombres de imprimir sus teorías imaginarias. OP 154.3
Usted sabe lo que pasa con el Hno._____. El escribió mucho, y pensó que lo que había escrito debía publicarse. Luego el Señor obró sobre su mente, abandonó la idea y quemó su manuscrito. Pero no pudo olvidarse de ello. Reprodujo sus teorías, y al morir dejó dinero y encargó a su esposa que publicara su manuscrito. Ella no creyó que era tan esencial publicar el tema como lo había creído él, y después de entregar el manuscrito a las personas apropiadas para su consideración, lo retiró y abandonó su interés en publicarlo. La producción del Hno. _____ nunca se publicó. Era un buen hombre, y todos los que lo conocieron lo amaron; pero el tema que reunió no era el que debía publicarse, no era alimento apropiado para el rebaño de Dios. Era de un carácter tal que habría generado teorías erróneas, que al alimentar a los agentes humanos habría dado frutos de disensión y discordia. OP 155.1
Necesidad de una comisión de manuscritos—Consideramos que era necesario dar los pasos pertinentes para formar una comisión de manuscritos, cuya tarea fuese considerar los temas ofrecidos para su publicación, y decidir si un asunto era digno de publicarse o no. Si los miembros de la comisión de manuscritos están en contacto con Cristo, si sus ojos están ungidos con el colirio que Jesús recomienda que compremos de él, entonces, y sólo entonces, serán jueces adecuados respecto de los temas provechosos para publicar. OP 155.2
Es apropiado que los manuscritos sean cuidadosamente examinados antes de recibir el respaldo de la [editorial] Review and Herald y los beneficios de su influencia. OP 156.1
Sus escritos, supongo, son como deberían ser; sin embargo, puede ser necesario que pasen por el proceso de un examen cuidadoso y crítico. Si no se pueden encontrar fallas en ellos, deberían recibir la atención y la recomendación adecuadas a esa clase de trabajo. Usted da golpes fuertes contra la tradición y los errores que están en la base de una herejía que destruirá las vidas de quienes la acepten. Hay una ancha puerta abierta hacia la destrucción ante todos los que creen en la inmortalidad del alma y no aceptan que sólo Cristo trae la vida y la inmortalidad a la luz. Creo que el libro que usted escribió hará mucho bien al iluminar a muchos que están en la oscuridad. Pero, por todo esto, hermano, seguramente usted puede ver que deben levantarse barreras en nuestras casas editoras respecto de la preparación de libros. Usted reconocerá que si no se toman medidas para limitar este tipo de trabajo, se enviarían al mundo producciones muy peculiares con el sello de nuestras editoriales... OP 156.2
No crea que estoy aprobando el reciente acuerdo de la Asociación General que usted menciona; pero es correcto que les hable respecto de este tema. Tienen que afrontar muchas dificultades, y si yerran en su actuación, el Señor lo sabe todo, y puede corregir todo para el bien de quienes confían en él. Simpatizo con usted en sus dificultades y perplejidades, pero debo aconsejarle que espere, que espere con paciencia. Estas demoras pueden parecerle muy tediosas, y para daño personal suyo; pero no lo vea de ese modo. Si usted pone su confianza en Dios, y espera pacientemente un poco, confío en que todo se arreglará satisfactoriamente... Quizás usted tenga que esperar aún un poco hasta que los temas que lo molestan se ajusten; pero no caiga en la tentación peor de angustiarse, o de buscar alivio de modo contrario a la voluntad de Dios. OP 156.3
Usted habla de humillarse por tener que esperar que la junta apruebe su libro. Algunas cosas, que han aguzado la vigilancia de la comisión de libros, pasaron a la historia muy recientemente. Ha habido abusos en la línea de publicaciones que han hecho daño a las editoriales y seguirán haciéndolo porque se ha incurrido en grandes deudas por la publicación de temas que nunca fueron presentados ante la comisión de libros para su aprobación, y de los cuales no sabían nada hasta que la administración estuvo involucrada en la cantidad de U$S 5.000.—Carta 49, 1894. OP 157.1
Cuidadoso análisis de todos los manuscritos—El Señor no guió la preparación de algunas de las declaraciones que se hacen en este libro.* El nos dio su Palabra, y esta palabra debe ser nuestra consejera. Me parece por demás extraño que hombres que han estado durante tanto tiempo en la obra no puedan discernir el carácter de este libro. Se usan muchos pasajes bíblicos, pero están reunidos y entretejidos de tal manera que, ante la mente de muchos, el error parecerá verdad. Se presentan de tal modo teorías erróneas que quienes las reciban ciertamente serán descarriados y conducidos, paso a paso, por el enemigo. OP 157.2
Si alguna vez fue necesario que los escritos de todos los que se relacionan con nuestra obra sean cuidadosamente analizados, es ahora. El Señor me ha hecho saber que debe estudiarse su Palabra, y como no se presenta en ella nada semejante a lo que aparece en Living Temple, debemos rechazarlo. Hemos de tomar la Palabra como Dios nos la dio. Si Cristo hubiera pensado que era esencial que tales teorías se presentaran a los hombres, las hubiese incluido en sus enseñanzas. Como nuestro Dueño y Redentor, él ha puesto en su Palabra toda la instrucción necesaria para nuestra salvación.—Manuscrito 127, 1905. OP 158.1