El Ministerio Médico

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Cualidades esenciales para la administración

El Señor estima que nuestras instituciones de salud son de valor solamente cuando le permiten presidir en su administración. Si sus planes y objetivos se consideran inferiores a los planes de los hombres, él no considera estas instituciones como de más valor que las establecidas y administradas por los mundanos. Dios no puede apoyar a ninguna institución a menos que ésta enseñe los principios vivos de su ley y mantenga sus propias acciones en estricta conformidad con estos preceptos. Sobre las instituciones que no se mantienen de acuerdo con su ley, él pronuncia la sentencia: “No aceptada; pesada en las balanzas del santuario y hallada falta”. MM 214.3

Quien esté a la cabeza de cualquier trabajo en la causa de Dios debe ser persona de inteligencia, capaz de administrar amplios intereses en forma exitosa, de temperamento ecuánime, de una paciencia como la de Cristo y de un dominio propio perfecto. Sólo aquel cuyo corazón ha sido transformado por la gracia del Señor puede ser un líder idóneo. MM 215.1

Los que actúan como administradores y supervisores en nuestros sanatorios no deben hacer de la política del mundo su criterio; pues la señal de Dios, como está definida en Éxodo 31:12-17, debe revelarse en todo su amplio significado. La observancia adecuada del día sábado de parte de todos los que están conectados con nuestros sanatorios ejercerá una influencia incalculable a favor del bien. Toda institución médica establecida por los adventistas del séptimo día debe llevar la señal de Dios delante en forma prominente, sin disimular los hechos en forma . Debemos ser voceros del mensaje del tercer ángel que vuela en medio del cielo con el evangelio eterno para proclamarlo al mundo. Debemos levantar en alto la bandera en la cual está inscrito: “Los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”. MM 215.2