El Evangelismo

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Maneras correctas de relacionarnos con la gente

Jesús estudiaba la tendencia natural del pensamiento—Las benéficas operaciones de la naturaleza no se realizan por intervenciones abruptas y alarmantes; no se permite a los hombres tomar en sus propias manos esas funciones naturales. Dios obra por medio de la operación tranquila y regular de las leyes que él ha establecido. Así ocurre en las cosas espirituales. Satanás está tratando constantemente de producir efectos por medio de rudas y violentas embestidas; pero Jesús encontraba acceso a las mentes por el camino de sus asociaciones más familiares. El perturbaba tan poco como era posible el tren habitual del pensamiento de la gente, por acciones abruptas o prescriptas. Honraba al hombre con su confianza, y así lo colobaca en el puesto que correspondía a su honor. Introducía viejas verdades con una luz nueva y preciosa. Así, cuando tenía solamente doce años de edad, asombró a los doctores de la ley por sus preguntas en el templo. Ev 106.6

Jesús asumió la humanidad a fin de poder encontrarse con la humanidad. Coloca a los hombres bajo el poder transformador de la verdad encontrándose con ellos en el lugar donde están. Obtiene acceso al corazón consiguiendo la simpatía y la confianza, haciendo que todos sientan que su identificación con su naturaleza e intereses es completa. La verdad brotaba de sus labios hermosa en su sencillez, y sin embargo, revestida de dignidad y poder. ¡Qué Maestro era nuestro Señor Jesucristo! Cuán tiernamente trataba con todo honesto investigador de la verdad, para poder obtener admisión a su simpatía y encontrar un lugar en el corazón.—Manuscrito 44, 1894. Ev 107.1

Resultados determinados por la forma de acercarse a la gente—Hemos de estar en este mundo como si nos rodearan los resultados de la compra de la sangre de Cristo, y como si dependiera grandemente de nuestras palabras, de nuestra conducta y manera de trabajar el que estas almas se salven o no... Depende en gran medida de la manera como realizamos el trabajo el que veamos almas como resultado de nuestros esfuerzos.—Manuscrito 14, 1887. Ev 107.2

Métodos acertados de hacer frente a los prejuicios—Hermanos, vosotros que vais a trabajar por los que están presos en las cadenas del prejuicio y la ignorancia, necesitáis ejercer la misma sabiduría divina que Pablo manifestó. Cuando estáis trabajando en un lugar donde a las almas apenas se les están comenzando a caer las escamas de los ojos y a ver a los hombres como árboles que caminan, sed muy cuidadosos de no presentar la verdad de una manera que despierte el prejuicio, y cierre la puerta del corazón a la verdad. Manifestaos de acuerdo con la gente sobre todo punto donde podáis hacerlo en forma consecuente. Vean ellos que amáis sus almas, y que queréis estar en armonía con ellos hasta donde sea posible. Si el amor de Cristo se revela en todos vuestros esfuerzos, podréis sembrar la simiente de la verdad en algunos corazones; Dios regará la simiente sembrada y la verdad brotará y traerá fruto para su gloria. Ev 107.3

Nuestros ministros necesitan más de la sabiduría que Pablo tenía. Cuando él iba a trabajar para los judíos, no destacaba primeramente el nacimiento, la traición, crucifixión y resurrección de Cristo; a pesar de que ésas eran las verdades especiales para ese tiempo. En primer lugar los conducía paso a paso por las promesas que habían sido hechas de un Salvador, y por las profecías que lo señalaban a él. Después de presentar estas cosas con detenimiento hasta que las especificaciones eran nítidas en las mentes de todos, y cuando ellos sabían que habían de tener un Salvador, les presentaba el hecho de que ese Salvador había venido ya. Cristo Jesús cumplía toda especificación. Este era el “engaño” o “cebo” con el cual prendía las almas. Presentaba la verdad de una manera tal que el prejuicio anterior de la gente no se despertaba para cegar sus ojos ni pervertir el juicio.—Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 121, 122 (1886). Ev 107.4

Cuidado al presentar los primeros temas—Debe ejercerse el mayor cuidado al tratar con estas almas. Estad siempre en guardia. No presentéis al comienzo a la gente los rasgos de nuestra fe que suscitarían las mayores objeciones, no sea que cerréis los oídos de aquellos para los cuales estas cosas llegan como una nueva revelación. Ev 108.1

Presénteseles las porciones de la verdad que sean capaces de captar y apreciar; aun cuando les parezcan extraños y alarmantes, muchos reconocerán con gozo que una nueva luz se proyecta sobre la Palabra de Dios. Mientras tanto, si la verdad fuera presentada en tan plena medida que ellos no pudieran recibirla, algunos se apartarían y no volverían más. Más que esto, ellos tergiversarían la verdad y en su explicación de lo que se dijo, torcerían de tal manera las Escrituras que confundirían a otras mentes. Hemos de aprovechar las circunstancias ahora. Presentad la verdad tal como es en Jesús. No debe haber espíritu combativo o de controversia en la defensa de la verdad.—Manuscrito 44, 1894. Ev 108.2

Estudiad las necesidades de la comunidad antes de seleccionar los temas—Familiarizaos con la gente en sus hogares. Tomad el pulso espiritual y llevad la guerra al campamento. Cread el interés. Orad y creed, y obtendréis una experiencia que será de valor para vosotros. No desarrolléis temas que sean tan profundos que requieran una lucha mental para comprenderlos. Orad y creed mientras trabajáis. Despertad a la gente para que haga algo. En el nombre del Señor trabajad con perseverante intensidad.—Carta 189, 1899. Ev 108.3

Preparad el terreno para la buena simiente—Recordad que ha de ejercerse mucho cuidado con respecto a la presentación de la verdad. Conducid las mentes con prudencia. Espaciaos en la piedad práctica, entretejiéndola en los discursos doctrinales. Las enseñanzas y el amor de Cristo suavizarán y subyugarán el suelo del corazón preparándolo para la buena semilla de la verdad.—Carta 14, 1887. Ev 108.4

No despertemos controversias y oposición—Aprended a encontrar a la gente donde está. No presentéis temas que despierten controversia. No sea vuestra instrucción de un carácter que suma en perplejidad la mente.—Testimonies for the Church 6:58 (1900). Ev 108.5

No despertéis oposición antes que la gente haya tenido la oportunidad de escuchar la verdad y conocer aquello a lo cual se están oponiendo.—Testimonies for the Church 6:36 (1900). Ev 109.1

No desviéis a la gente de la verdad—Sobre nosotros descansa la solemne responsabilidad de presentar la verdad a los no creyentes con la mayor fuerza posible. Debiéramos ser muy cuidadosos de no presentar la verdad de una manera tal que aparte a los hombres y mujeres de ella. Los maestros religiosos ocupan un lugar en el cual pueden hacer mucho bien o mucho mal... Ev 109.2

El Señor nos pide que vengamos al banquete de la verdad, y entonces salgamos por los caminos y los vallados e instemos a las almas a venir, presentándoles la grande y maravillosa oferta que Cristo ha hecho al mundo. Hemos de presentar la verdad de la manera en que Cristo dijo a sus discípulos que la presentaran: con sencillez y amor.—Carta 117, 1903. Ev 109.3

Consideración hacia los pastores de otras denominaciones—Siempre debe quedar de manifiesto que somos reformadores, pero no fanáticos. Cuando nuestros obreros entran en un nuevo campo, deben tratar de familiarizarse con los pastores de las diversas iglesias del lugar.* Mucho se ha perdido por descuidar de hacer esto. Si nuestros pastores se muestran amigables y sociables y no actúan como si estuvieran avergonzados del mensaje que llevan, ello tendrá un excelente efecto, y puede dar a estos pastores y a sus congregaciones impresiones favorables de la verdad. A toda costa, es correcto darles una oportunidad para ser bondadosos y favorables si lo desean. Ev 109.4

Nuestros obreros deben ser muy cuidadosos para no dar la impresión de que son lobos que roban las ovejas, sino que deben conseguir que los pastores comprendan su posición y el propósito de su misión: llamar la atención de la gente a las verdades de la Palabra de Dios. Hay muchas de estas verdades que son caras a todos los cristianos. Aquí hay un terreno común, en el cual podemos encontrarnos con los miembros de otras denominaciones; y al llegar a familiarizarnos con ellos, debemos espaciarnos mayormente en temas en los cuales todos tengan interés y que no guíen en forma directa o señalada a los asuntos en que hay desacuerdo.—The Review and Herald, 13 de junio de 1912. Ev 109.5

Evitad las barreras innecesarias—Al entrar en un lugar, no debemos erigir barreras innecesarias entre nosotros y las otras denominaciones, especialmente los católicos, de manera que ellos piensen que somos sus enemigos reconocidos. No debemos crear prejuicios en sus mentes en forma innecesaria, haciendo una incursión contra ellos. Hay muchas personas entre los católicos que viven de acuerdo con la luz que tienen, en un grado mucho mayor que muchos de los que pretenden creer la verdad presente, y Dios los probará a ellos tan ciertamente como nos ha probado a nosotros.—Manuscrito 14, 1887. Ev 109.6

Se necesita colirio espiritual—Se ha perdido un tiempo valiosísimo. Se han dejado pasar oportunidades doradas sin aprovecharlas debido a una falta de colirio espiritual esclarecedor y de una sabia dirección para hacer planes e idear métodos y medios para frustrar al enemigo y anticiparse en la ocupación del campo... Ev 110.1

Centinelas adormecidos, ¿qué hay de la noche? ¿No conocéis la hora de la noche? ¿No sentís la preocupación de levantar la señal de peligro y de dar la alarma por el tiempo en que vivimos? Si no sentís tal responsabilidad, descended de las murallas de Sion, porque Dios no os confiará la luz que tiene que impartir. La luz se da únicamente a los que la hagan brillar sobre otros.—Manuscrito 107, 1898. Ev 110.2