El Evangelismo

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Relación del evangelista con el pastor

Se necesitan evangelistas y pastores—Dios pide evangelistas. El verdadero evangelista ama a las almas. Sale a cazar y a pescar hombres. Se necesitan pastores*—pastores fieles—que no halaguen al pueblo de Dios ni lo traten con aspereza, sino que lo alimenten con el pan de vida. Ev 89.4

La obra de cada obrero fiel está junto al corazón de Aquel que se dio a sí mismo por la redención de la humanidad.—Carta 21, 1903. Ev 89.5

El pastor-evangelista—Un solo hombre, usualmente, realiza el trabajo que deberían hacer dos; y esto porque la obra del evangelista se relaciona necesariamente con la del pastor, colocando así una doble carga sobre el obrero.—Testimonies for the Church 4:260 (1876). Ev 89.6

Confianza en el nuevo obrero—No tema el obrero que, porque un nuevo obrero se pone en contacto con el pueblo, se interrumpirá el interés despertado y la obra en la que él está empeñado se malogrará. Ev 89.7

Mantened vuestras manos fuera del arca, porque Dios cuidará su obra. Una luz adicional surgirá de los hombres que son enviados por Dios, que son obreros juntamente con Dios, de modo que los obreros que ya estaban en el campo deberían recibir cordialmente a los mensajeros de Dios, deberían tratarlos con respeto e invitarlos a unirse con ellos y a hablar a la gente.—Manuscrito 21, 1894. Ev 90.1