El Evangelismo

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Capítulo 11—La obra en las grandes ciudades norteamericanas

Nueva York

El mensaje debe avanzar—Mientras estaba en Nueva York en el invierno de 1901, recibí instrucciones concernientes a la obra en esa gran ciudad. Noche tras noche se me mostró el plan de acción que nuestros hermanos debían seguir. En el Gran Nueva York el mensaje debe avanzar como una lámpara encendida. Dios suscitará obreros para esta tarea, y sus ángeles irán delante de ellos. Aunque nuestras grandes ciudades están llegando rápidamente a una condición similar a la que imperaba en el mundo antes del diluvio, aunque son como Sodoma por su impiedad, sin embargo viven en ellas muchas almas honestas que, al escuchar las asombrosas verdades del advenimiento sentirán la convicción del Espíritu. Nueva York está lista para que se trabaje en ella. El mensaje de Dios se predicará con poder en esa gran ciudad. Dios pide obreros. Invita a los que han tenido experiencia en la causa a ocupar su puesto y a realizar en su temor la obra que debe efectuarse en Nueva York y en otras grandes ciudades de los Estados Unidos. También pide recursos financieros para usarlos en esta obra.—Testimonies for the Church 7:54, 55 (1902). Ev 282.1

La obra en Nueva York: un símbolo de la obra en el mundo—Los que llevan la responsabilidad de la obra en el Gran Nueva York deberían contar con la ayuda de los mejores obreros que puedan obtenerse. Establézcase aquí un centro para la obra de Dios, y todo lo que se haga sea un símbolo de la obra que el Señor desea que se lleve a cabo en el mundo... Ev 282.2

En el Gran Nueva York el Señor tiene muchas almas preciosas que no han doblado su rodilla delante de Baal; y también hay allí personas que por ignorancia han ido por los caminos del error. La luz de la verdad debe brillar sobre éstas para que vean a Cristo como el Camino, la Verdad y la Vida. Ev 282.3

Debemos presentar la verdad en el amor de Cristo. No debería introducirse en la obra ninguna extravagancia ni ostentación. Esta debe realizarse según los métodos de Cristo. Debe llevarse a cabo con humildad y con la sencillez del Evangelio. No se dejen intimidar los obreros por las apariencias exteriores, aunque éstas parezcan muy impresionantes. Enseñad la Palabra, y el Señor convencerá los corazones mediante su Espíritu Santo.—Testimonies for the Church 7:38 (1902). Ev 282.4

Hay que trabajar siguiendo el método establecido por Dios—Debemos trabajar en armonía con el método de Dios. La obra que se hace para Dios en nuestras grandes ciudades no debe efectuarse según prescripciones humanas... Ev 282.5

Al llevar a cabo nuestra obra, debemos recordar lo que Cristo utilizó para realizar su trabajo. El creó el mundo. El hizo al hombre. Luego vino personalmente al mundo para mostrar a sus habitantes cómo podían vivir vidas sin pecado. Ev 283.1

Hno.-----, el Señor le ha dado una oportunidad en la ciudad de Nueva York, y su trabajo misionero allí debe servir de ejemplo de lo que debería ser el trabajo misionero en otras ciudades. Ud. debe mostrar cómo hay que llevar adelante la obra, cómo hay que sembrar la semilla, y finalmente cómo hay que reunir la cosecha. Hay personas que pueden ayudarle en su trabajo, que pueden colaborar con Ud. de manera inteligente y manifestarle toda su simpatía... Ev 283.2

Su obra en Nueva York ha comenzado en forma correcta. Ud. debe convertir a esta ciudad en un centro de la obra misionera, desde el cual el trabajo misionero pueda extenderse con todo éxito. El Señor desea que este centro sea una escuela para los obreros y no debe permitirse que nada interrumpa la obra. Después que la gente haya aceptado la verdad y haya tomado su posición, el Señor la preparará para que pueda recibir plenamente la verdad bíblica. Ud. debe elegir como colaboradores a hombres que puedan llevar a cabo la obra sólida y cabalmente, y que puedan trabajar por la conversión del cuerpo, del alma y del espíritu. Hay que colocar un fundamento sólido, basado en planes evangélicos, para edificación de la iglesia.—Carta 150, 1901. Ev 283.3

Las grandes metrópolis necesitan obra médica misionera y educativa—Necesitamos un sanatorio y una escuela en la vecindad de Nueva York, y cuanto más se demore en establecerlos, tanto más difícil se hará. Ev 283.4

Convendría conseguir un lugar fuera de la ciudad donde nuestros obreros misioneros establezcan su hogar. Es sumamente importante que tengan agua pura, libre de toda contaminación. Por esta razón a menudo es conveniente considerar las ventajas que ofrece una ubicación entre los cerros. Debería haber, además terreno que produzca frutas y hortalizas para beneficio de los obreros. Establézcase una misión en un lugar tan saludable como sea posible y téngase un pequeño sanatorio en relación con ella. También hay que encontrar en la ciudad lugar donde puedan darse tratamientos sencillos. Ev 283.5

Un sitio como éste podría ser un bien apreciado lugar de retiro para nuestros obreros donde puedan estar al abrigo del bullicio y la confusión que reinan en la ciudad. El ejercicio necesario para andar por los cerros constituye con frecuencia un gran beneficio para nuestros ministros, médicos y otros obreros que corren el peligro de no hacer ejercicio suficiente. Ev 283.6

Consíganse hogares como éstos en el vecindario de diversas ciudades, y hombres capaces realicen esfuerzos serios y decididos para predicar en esas ciudades el mensaje de amonestación que debe darse a todo el mundo. Tan sólo hemos tocado superficialmente unas pocas ciudades.—Medical Ministry, 308 (1909). Ev 284.1

La mejor ayuda—La mejor obra que podéis hacer es iniciar obra misionera médica en Nueva York. Se me ha mostrado que si en esta obra pudiese haber hombres y mujeres de experiencia que puedan mostrar en qué consiste realmente la obra médica misionera genuina, esto contribuiría poderosamente a producir una impresión correcta en la gente.—Carta 195, 1901. Ev 284.2

Evangelismo médico cosmopolita—En Nueva York hay muchos que están maduros para la cosecha. En esta gran ciudad hay miles de personas que no han doblado sus rodillas delante de Baal. El ángel dijo: “He aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo”. Lucas 2:10. Nueva York contiene una parte de ese “pueblo”. Queremos ver el comienzo del nuevo año con maestros trabajando en todas partes de Nueva York. Hay una obra que debe realizarse en esta ciudad... La obra médica en nuestras grandes ciudades debe relacionarse estrechamente con el ministerio evangélico. Abrirá puertas para que la verdad entre.—Manuscrito 117, 1901. Ev 284.3

Las noticias alarmantes son perjudiciales—Hace un tiempo el pastor K publicó algunas noticias muy alarmantes concernientes a la destrucción de Nueva York. Escribí inmediatamente a los encargados de la obra en ese lugar diciendo que no era conveniente publicar tales noticias, porque podrían provocar una agitación que resultaría en un movimiento fanático que dañaría la causa de Dios. Basta presentar a la gente la verdad de la Palabra de Dios. Las noticias alarmantes son perjudiciales para el progreso de su obra... Ev 284.4

He advertido a los hermanos que trabajan en Nueva York diciéndoles que no deben publicar estas noticias excitantes y aterradoras. Cuando mis hermanos son extremistas, esto me afecta, y como resultado debo sufrir el reproche de ser llamada una falsa profetisa. Ev 284.5

¿Pensáis que si yo hubiera dicho que Nueva York sería destruida por un maremoto, habría instado a comprar una propiedad distante sólo 60 millas de esa ciudad, como sitio de un sanatorio y como un lugar desde el cual podría trabajarse la ciudad de Nueva York?—Carta 176, 1903. Ev 284.6

Planes para alcanzar a los hombres de negocios—Deberíais sentir una responsabilidad definida por la obra en Nueva York. Los hombres de negocios de Nueva York y de otras grandes ciudades deben ser alcanzados con el mensaje tan ciertamente como los paganos que viven en países extranjeros.—Carta 168, 1909. Ev 285.1

Problemas en la edificación de salones y de iglesias—Id a Nueva York. Observad el terreno cuidadosamente y ved si conviene comprar el salón y el terreno donde está edificado. Tal vez sería posible alquilar el terreno durante un número de años. Se me ha dicho que habrá que seguir alguno de estos métodos en la obra en las grandes ciudades. Si después de una cuidadosa consideración decidís que es mejor comprar el salón, haremos todo lo que sea posible para reunir el dinero. Pero es mejor avanzar inteligentemente. Orad, orad, orad, porque de ser posible Satanás cerrará las puertas que se han abierto a la entrada de la verdad. El Señor desea que se establezca un centro de la verdad en la grande e impía ciudad de Nueva York... Ev 285.2

Os pido que investiguéis la obra en Nueva York y que tracéis planes para establecer un monumento para Dios en esa ciudad. Ha de ser un centro para el trabajo misionero y debe contar con un sanatorio... Hay que realizar un esfuerzo decidido para unificar nuestras iglesias en Nueva York y las ciudades de los alrededores. Esto puede hacerse y tiene que hacerse si se quiere llevar a cabo una campaña agresiva en Nueva York.—Carta 154, 1901. Ev 285.3

Resultados de un esfuerzo bien dirigido—Dios quiere que la obra progrese en Nueva York. En ese lugar debería haber miles de observadores del sábado, y los habría si la obra se llevara a cabo en la forma debida. Pero han surgido prejuicios. Los hombres quieren que la obra se haga según su propio parecer y rehúsan aceptar planes más amplios trazados por otros. Así se pierden las oportunidades. En Nueva York debería haber varios grupos pequeños bien establecidos y habría que enviar obreros al trabajo. No debe pensarse que debido a que un hombre no ha sido ordenado como predicador no pueda por esto trabajar para Dios. Enséñese a trabajar a esas personas, y luego envíeselas al campo de labor. Cuando regresen, déseles oportunidad para que cuenten lo que han hecho. Que alaben a Dios por sus bendiciones y luego vuelvan a salir. Animadlas. Unas pocas palabras de estímulo serán de inspiración para ellas.—Life Sketches of Ellen G. White, 385 (1915). Ev 285.4