El Ministerio de la Bondad

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Parte 5—El alivio del sufrimiento de la humanidad

El hizo el trabajo médico-misionero que pide que su pueblo realice hoy en día. Humilde, bondadoso, compasivo, misericordioso, iba por doquier haciendo el bien, dando de comer al hambriento, levantando a los agobiados, confortando a los tristes. Nadie que se acercó a él en busca de ayuda se fué sin consuelo. Ni una fibra de egoísmo se entretejió en el dechado que ha dejado para que sigan sus hijos. Vivió la vida que quiere que vivan todos los que creen en él. Su comida y su bebida fué cumplir la voluntad de su Padre. A todos los que se allegaron a él por ayuda, les dió fe y esperanza y vida. Dondequiera que iba atraía bendición.

El mensaje de Cristo para nosotros es: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”.—Manuscrito 115, 1902.