El Ministerio de Curación

129/183

La obra de la escuela

La educación en el hogar debe ser completada por la obra de la escuela. Hay que tener siempre en cuenta el desarrollo de todo el ser, físico, intelectual y espiritual, así como la enseñanza del servicio y del sacrificio. MC 312.1

Más que ningún otro agente, el servir por amor a Cristo en las cosas pequeñas de la vida diaria tiene poder para formar el carácter y para dirigir la vida por el camino del servicio abnegado. Despertar este espíritu, fomentarlo y encauzarlo debidamente es la obra de padres y maestros. No podría encomendárseles obra más importante. El espíritu de servicio es el espíritu del cielo, y en cada esfuerzo que se haga para fomentarlo y alentarlo puede contarse con la cooperación de los ángeles. MC 312.2

Una educación tal debe basarse en la Palabra de Dios. Sólo en ella se exponen plenamente los principios de la educación. Debe hacerse de la Biblia el fundamento del estudio y de la enseñanza. El conocimiento esencial es el conocimiento de Dios y de Aquel a quien envió. MC 312.3

Todo niño y todo joven deben tener algún conocimiento de sí mismos. Deben conocer la habitación física que Dios les ha dado, y las leyes mediante las cuales pueden conservarla sana. Todos deben obtener una comprensión cabal de los ramos comunes de la educación. Todos deben adquirir una preparación industrial que haga de ellos hombres y mujeres prácticos, idóneos para los deberes de la vida diaria. A esto hay que añadir la enseñanza y la experiencia práctica en varios ramos del esfuerzo misionero. MC 312.4