Reflejemos a Jesús

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Necesitamos una revelación diaria de la presencia de Cristo, 15 de octubre

Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto. Proverbios 4:18. RJ 294.1

Debemos apartarnos de los mil tópicos que atraen nuestra atención. Son temas que consumen tiempo y despiertan curiosidad, pero terminan en nada. Los intereses más altos exigen la atención y la energía que demasiado a menudo se otorgan a cosas comparativamente insignificantes. RJ 294.2

El aceptar nuevas teorías no trae vida nueva al alma. Aun el conocimiento de hechos y teorías importantes en sí mismos es de poco valor a menos que se lo utilice en la práctica. Necesitamos sentir nuestra responsabilidad de dar a nuestras almas el alimento que nutra y estimule su vida espiritual... RJ 294.3

No estamos haciendo la voluntad de Dios cuando especulamos sobre cosas que El ha visto conveniente retener de nosotros. El tema que debemos estudiar es: “¿Cuál es la verdad, la verdad para este tiempo, que debe ser atesorada, amada, honrada y obedecida?” Los devotos de la ciencia han sido vencidos y desanimados en sus esfuerzos por encontrar a Dios. Lo que ellos necesitan preguntar en este tiempo es: “¿Cuál es la verdad que nos capacitará para obtener la salvación de nuestras almas?” RJ 294.4

Cristo reveló a Dios a sus discípulos de una manera que realizó en sus corazones una obra especial, tal como la que hace tiempo está deseando que le permitamos hacer en los nuestros. Hay muchos que por espaciarse tanto en la teoría han perdido de vista el poder viviente del ejemplo del Salvador. Lo han perdido de vista como el obrero humilde y abnegado. Lo que necesitan es contemplar a Jesús. Diariamente necesitamos una nueva revelación de su presencia. Necesitamos seguir más fielmente su ejemplo de renuncia propia y sacrificio. RJ 294.5

Necesitamos la experiencia que tuvo Pablo cuando escribió: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”. Gálatas 2:20. RJ 294.6

El conocimiento de Dios y de Jesucristo expresado en el carácter es una elevación por sobre todas las cosas que se estiman en la tierra y en el cielo. Es la educación más elevada. Es la llave que abre los portales de la ciudad celestial. Es el propósito de Dios que todos los que se visten de Cristo posean este conocimiento... RJ 294.7

Atesoren cada rayo de luz. Aprecien todo deseo del alma por Dios. Entréguense al cultivo de pensamientos espirituales y conversaciones santas... Habiéndonos arrepentido de nuestros pecados, habiéndolos confesado y hallado perdón, hemos de continuar conociendo a Cristo hasta que lleguemos a la luz plena de la perfecta fe del Evangelio.—Testimonies for the Church 8:316-318. RJ 294.8