La Fe por la Cual Vivo

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Un manantial de vida, 3 de abril

Mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed; mas el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. Juan 4:14. FV 101.1

“El que trate de aplacar su sed en las fuentes de este mundo, beberá sólo para tener sed otra vez. Por todas partes, hay hombres que no están satisfechos. Anhelan algo que supla la necesidad del alma. Un solo Ser puede satisfacer esta necesidad. Lo que el mundo necesita, ‘el Deseado de todas las gentes,’ es Cristo. La gracia divina, que él sólo puede impartir, es como agua viva que purifica, refrigera y vigoriza el alma.... FV 101.2

“El que prueba el amor de Cristo, lo deseará en mayor medida de continuo; pero no buscará otra cosa. Las riquezas, los honores y los placeres del mundo, no le atraen más. El constante clamor de su corazón es: ‘más de ti.’ Y el que revela al alma su necesidad, aguarda para satisfacer su hambre y sed. Todo recurso y cosa en que confíen los seres humanos, fracasarán. Las cisternas se vaciarán, los estanques se secarán; pero nuestro Redentor es el manantial inagotable. Podemos beber y volver a beber, y siempre hallar una provisión de agua fresca. Aquel en quien Cristo mora, tiene en sí la fuente de bendición, ‘una fuente de agua que salte para vida eterna.’ De este manantial puede sacar fuerza y gracia suficientes para todas sus necesidades.”—El Deseado de Todas las Gentes, 155. FV 101.3

“El que bebe del agua viva, viene a ser una fuente de vida. El que recibe, viene a ser un dador. La gracia de Cristo en el alma, es como un manantial en el desierto, cuyas aguas surgen para refrescar a todos, y hace a los que están por perecer, ávidos de beber el agua de la vida.”—El Deseado de Todas las Gentes, 162. FV 101.4