La Fe por la Cual Vivo

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La obra maestra de la creación, 23 de enero

Y crió Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo crió. Génesis 1:27. FV 31.1

“Aquí se expone con claridad el origen de la raza humana; y el relato divino está tan claramente narrado que no da lugar a conclusiones erróneas.”—Historia de los Patriarcas y Profetas, 25. FV 31.2

“Una vez creada la tierra con su abundante vida vegetal y animal, fue introducido en el escenario el hombre, corona de la creación para quien la hermosa tierra había sido aparejada.”—Historia de los Patriarcas y Profetas, 24. FV 31.3

“Cuando el hombre salió de las manos de su Creador, era de elevada estatura y perfecta simetría. Su semblante llevaba el tinte rosado de la salud y brillaba con la luz y el regocijo de la vida. La estatura de Adán era mucho mayor que la de los hombres que habitan la tierra en la actualidad. Eva era algo más baja de estatura que Adán; no obstante, su forma era noble y plena de belleza.”—Ibid. 26. FV 31.4

“No existe fundamento alguno para la suposición de que el hombre llegó a existir mediante un lento proceso evolutivo de las formas bajas de la vida animal o vegetal.... El que colocó los mundos estrellados en la altura y coloreó con delicada maestría las flores del campo, el que llenó la tierra y los cielos con las maravillas de su potencia, cuando quiso coronar su gloriosa obra ... supo crear un ser digno de las manos que le dieron vida. La genealogía de- nuestro linaje, como ha sido revelada, no hace remontar su origen a una serie de gérmenes, moluscos o cuadrúpedos sino al gran Creador. Aunque Adán fue formado del polvo, era el hijo de Dios.”—Ibid. 25. FV 31.5