La Fe por la Cual Vivo

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Señales en los cielos, 4 de diciembre

De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama se enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando viereis todas estas cosas, sabed que está cercano, a las puertas. Mateo 24:32, 33. FV 346.1

“El Salvador dio señales de su venida y aún más que eso, fijó el tiempo en que la primera de estas señales iba a aparecer, ‘Y luego después de la aflicción de aquellos días, el sol se oscurecerá y no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes de los cielos serán conmovidas.’ ... FV 346.2

“Cristo declaró que al final de la gran persecución papal, el sol se oscurecería, y la luna no daría su luz. Luego las estrellas caerían del cielo.”—El Deseado de Todas las Gentes, 570. FV 346.3

“Así es como se realizó la última de esas señales de su venida, tocante a las cuales Jesús había dicho a sus discípulos: ‘Cuando viereis estas cosas, sabed que está cerca, a las puertas mismas.’ Después de estas señales, Juan vio que el más grande acontecimiento que debía seguir, era el cielo que desaparecería como un libro cuando es arrollado, mientras que la tierra era sacudida, que las montañas y las islas eran movidas de sus lugares, y que los impíos, aterrorizados, trataban de esconderse de la presencia del Hijo del hombre.”—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 383. FV 346.4

“Pero el día y la hora de su venida, Cristo no los ha revelado.... El tiempo exacto de la segunda venida del Hijo del hombre es un misterio de Dios.”—El Deseado de Todas las Gentes, 571. FV 346.5

“Aún un poco más, y veremos al Rey en su hermosura. Un poco más, y enjugará toda lágrima de nuestros ojos.”——Ibid. FV 346.6