La Fe por la Cual Vivo

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En la vigilancia hay seguridad, 8 de noviembre

Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios. 1 Tesalonicenses 5:6. FV 320.1

“Me fue mostrado Satanás, como era antes, un ángel eminente y dichoso. Luego me fue mostrado como es ahora. Todavía tiene un porte real. Sus facciones son aún nobles porque es un ángel caído. Pero la expresión de su rostro está llena de ansiedad, inquietud, infelicidad, malicia, engaño, odio y toda suerte de maldad.... Vi que por tanto tiempo se había inclinado al mal que todas las buenas cualidades se han envilecido y se han desarrollado todos los malos rasgos. Sus ojos eran sagaces, astutos y revelaban gran perspicacia.... Cuando lo vi tenía el mentón apoyado en la mano izquierda. Parecía sumido en profunda meditación. Vagaba sobre su semblante una sonrisa que me hizo temblar: tan llena estaba de malvada y satánica astucia. Esta es la sonrisa que manifiesta cuando se siente seguro de su víctima y cuando esta víctima queda enredada en sus trampas esta sonrisa se vuelve terrible.”—Early Writings, 152, 153. FV 320.2

“El pueblo de Dios debe estar preparado para resistir al astuto enemigo. Esta resistencia es lo que Satanás teme. El conoce mejor que nosotros el límite de su poder, y cuán fácilmente puede ser vencido si le resistimos y le hacemos frente. Por la fuerza divina, el santo más débil puede más que él y todos sus ángeles, y si se le probase podría mostrar su poder superior. Por lo tanto los pasos de Satanás son silenciosos, sus movimientos furtivos, y sus baterías enmascaradas.”—Joyas de los Testimonios 2:105. FV 320.3

“Es únicamente por Cristo como es limitado el poder de Satanás. Esta es una verdad portentosa que todos debieran entender.”—Ibid. 106. FV 320.4