En los Lugares Celestiales

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El acto de fe, 7 de abril

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11:1. ELC 106.1

La fe no es la base de nuestra salvación, pero es la gran bendición: el ojo que ve, el oído que oye, los pies que corren, la mano que aferra. Es el medio, no el fin. Si Cristo dio su vida para salvar a los pecadores, ¿por qué no habré yo de recibir esa bendición? Mi fe la aferra, y así mi fe es la certeza de las cosas que se esperan, la convicción de lo que no se ve. Así reposando y creyendo, tengo paz para con Dios por el Señor Jesucristo.—The S.D.A. Bible Commentary 6:1073. ELC 106.2

La fe, la fe salvadora ... es el acto del alma por el cual el ser entero es entregado a la custodia y la dirección de Jesucristo. El mora en Cristo y Cristo mora en el alma por la fe suprema. El creyente confía su alma y cuerpo a Dios, y puede decir con certeza: Cristo puede guardar lo que yo le he confiado para aquel día. Todos los que hagan esto serán salvados para vida eterna. Habrá una seguridad de que el alma está lavada en la sangre de Cristo y vestida de su justicia, y preciosa a la vista de Jesús.—Manuscrito 6, 1889. ELC 106.3

Recuerda que el ejercicio de la fe es el único medio de preservarla. Si te quedas sentado siempre en una misma posición, sin moverte, tus músculos perderán su fuerza y tus miembros la capacidad de moverse. Lo mismo ocurre en cuanto a tu experiencia religiosa. Debes tener fe en las promesas de Dios... La fe se perfeccionará en el ejercicio y en la actividad.—Carta 355, 1904. ELC 106.4

Es de mayor importancia el que rodeemos al alma con la atmósfera de la fe. Cada día estamos decidiendo nuestro destino eterno en armonía con la atmósfera que rodea al alma. Somos individualmente responsables por la influencia que ejercemos, y de nuestras palabras y acciones resultarán consecuencias que no vemos.—Manuscrito 66, 1895. ELC 106.5