En los Lugares Celestiales

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Ángeles en el hogar, 2 de abril

Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. Salmos 91:11, 12. ELC 101.1

Los ángeles de Dios están velando sobre nosotros. Sobre esta tierra hay miles y decenas de miles de mensajeros celestiales enviados por el Padre para impedir que Satanás obtenga alguna ventaja sobre aquellos que se niegan a caminar en el sendero del mal. Y estos ángeles que guardan a los hijos de Dios en la tierra están en comunicación con el Padre en el cielo. “Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños”, dijo Cristo, “porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos”. Mateo 18:10.—Manuscrito 8, 1905. ELC 101.2

Difícilmente nos damos cuenta de que hay ángeles a nuestro alrededor; y esos preciosos ángeles, que ministran a aquellos que serán herederos de salvación, nos están salvando de muchas, muchas tentaciones y dificultades. Toda la familia del cielo está interesada en las familias de la tierra; y cuán agradecidos deberíamos estar por este interés manifestado hacia nosotros día y noche. ELC 101.3

Las palabras impacientes y poco bondadosas que pronunciamos en nuestros hogares son oídas por los ángeles; ¿queréis encontrar en los libros del cielo el registro de las palabras impacientes y apasionadas que habéis expresado en vuestra familia? La impaciencia trae al enemigo de Dios y del hombre a vuestra familia y echa a los ángeles de Dios. Si estáis viviendo en Cristo, y Cristo en vosotros, no podéis hablar palabras airadas. Padres y madres, os suplico por el amor de Cristo que seáis bondadosos, tiernos y pacientes en vuestros hogares. Entonces entrará la luz y la claridad del sol en vuestras casas y sentiréis que los rayos brillantes del Sol de Justicia están realmente brillando en vuestros corazones.—The Review and Herald, 5 de agosto de 1890. ELC 101.4