En los Lugares Celestiales

45/367

Ampliamente perdonado, 13 de febrero

Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Isaías 55:7. ELC 52.1

Hay muchos que no tienen la confianza de una viviente certidumbre de que Cristo está abogando ante el Padre como nuestro Intercesor. Cristo se ha identificado con nuestras necesidades y puede suplir toda carencia particular de nuestra condición debilitada. Durante su vida en esta tierra asumió la actitud de representante suplicante y celoso, buscando de la mano del Padre una provisión fresca de fortaleza, que lo vigorizara y refrigerara dándole palabras de ánimo y lecciones consoladoras para impartir a los seres humanos. Sus palabras fortalecerán cada alma para el deber y para la prueba. ELC 52.2

Así como Cristo, en su humanidad, buscaba fuerza de su Padre para poder soportar la prueba y la tentación, también debemos hacerlo nosotros. Debemos seguir el ejemplo del inmaculado Hijo de Dios. Necesitamos diariamente ayuda, gracia y poder de la Fuente de todo poder. Debemos echar nuestras impotentes almas sobre el Único que está pronto a ayudarnos en todo momento de necesidad. Demasiado a menudo nos olvidamos del Señor. Cedemos a nuestros impulsos y perdemos las victorias que deberíamos ganar. ELC 52.3

Si somos vencidos, no dilatemos en arrepentirnos y en aceptar el perdón que nos pondrá en posición ventajosa. Si nos arrepentimos y creemos, será nuestro el poder purificador de Dios. Su gracia salvadora se ofrece gratuitamente. Su perdón se otorga a todos los que quieran recibirlo... ELC 52.4

Estamos viviendo en el día de la preparación. Debemos conseguir una abundante provisión de gracia del almacén divino. El Señor ha hecho provisión para la demanda diaria.—The Review and Herald, 31 de mayo de 1906. ELC 52.5