En los Lugares Celestiales

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¿Vida o muerte? 20 de diciembre

Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 6:23. ELC 363.1

La evidencia más amplia concedida por Dios de que desea la salvación de todos, será la condenación de los que rechacen el don del Cielo. En el último gran día cuando todos sean recompensados o castigados de acuerdo con su obediencia o desobediencia, la cruz del Calvario aparecerá claramente ante los que se hallen frente al Juez de toda la tierra para recibir la sentencia eterna. Se los capacitó para que comprendieran algo del amor que Dios ha expresado por los seres humanos caídos. Ven cuán grandemente ha sido deshonrado por los que continuaron en la transgresión, escogiendo ponerse junto a Satanás y manifestando menosprecio por la ley de Jehová... ELC 363.2

Hoy se envía a los ángeles para que ministren a los que serán herederos de la salvación, para que les ayuden a escapar de la esclavitud del poder de Satanás... A todo ser humano se le da libertad de elección. Debe decidir si permanecerá bajo la bandera negra de la rebelión, o bajo el estandarte ensangrentado del Príncipe Emanuel. Con gran afán el Cielo observa el conflicto entre el bien y el mal. Nadie sino el obediente puede entrar por las puertas de la ciudad de Dios. Sobre los que prefieren continuar en la transgresión se pronunciará al fin la sentencia de muerte. La tierra será purificada de sus malas obras, de su oposición obstinada a Dios... ELC 363.3

La ley de Dios es el trasunto de su carácter y únicamente los que la obedezcan serán aceptos por él. Toda desviación de la obediencia a la ley de Dios es rebelión. Es del mayor provecho para el hombre el obedecer la ley de Dios; porque la conformación a los principios de esta ley es esencial para la formación de un carácter justo. Las reglas de vida que el Señor ha dado harán a los hombres puros, felices y santos.—The Review and Herald, 15 de marzo de 1906. ELC 363.4