En los Lugares Celestiales

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Mensajes de advertencia, 2 de diciembre

Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Lucas 17:26, 27. ELC 345.1

El Señor Dios de Israel es celoso de su honra. ¿Cómo entonces, pregunto, considera él a los habitantes de este mundo, que viven en su casa, y de su liberal tesoro son provistos con alimento y vestido, pero nunca le dicen “gracias”? Se olvidan de sus bondades. Son como los habitantes del mundo antediluviano, que fueron destruidos porque obraban continuamente en oposición a su Creador. ELC 345.2

De los antediluvianos leemos: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal... Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra”. Génesis 6:5, 13. ELC 345.3

Dios advirtió a los habitantes del mundo antiguo de lo que se proponía hacer para limpiar la tierra de su impureza. Pero ellos se rieron con desprecio de lo que consideraron predicciones supersticiosas. Se burlaron del aviso de Noé sobre un diluvio próximo. ELC 345.4

Cuando Cristo estuvo en la tierra amonestó sobre lo que le sucedería a Jerusalén porque el pueblo había rechazado la verdad, menospreciando los mensajes que Dios había enviado. Pero su advertencia fue desoída. ELC 345.5

El Señor nos ha enviado, mediante sus embajadores, mensajes de advertencia declarando que el fin de todas las cosas se está acercando. Algunos escucharán esas amonestaciones, pero la gran mayoría no les prestará atención. ELC 345.6

Así será cuando Cristo venga. Agricultores, comerciantes, abogados, fabricantes, estarán completamente ocupados con sus negocios y el día del Señor vendrá sobre ellos como lazo.—Manuscrito 161, 1897. ELC 345.7