En los Lugares Celestiales

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Una obra para cada uno, 12 de noviembre

¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado? Mateo 18:12. ELC 325.1

Las parábolas de la moneda y de la oveja perdidas enseñan lecciones muy preciosas. Se refieren al hombre perdido y al hombre rescatado. Muchos, muchos más serían recuperados si se trabajara por ellos como lo presentan estas parábolas... ELC 325.2

Miembros de la iglesia, pedid a Dios que os dé la preocupación de abrir las Escrituras a otros y de hacer trabajo misionero por los que necesitan ayuda. Algunos serán rescatados en una forma, y otros en otra, pero la obra siempre debe ser realizada tal como el Señor lo indique... Que las publicaciones que contienen la verdad de la Biblia sean esparcidas como las hojas del otoño. Exaltadlo a él, el Salvador de las almas, levantadlo cada vez más alto ante la gente... ELC 325.3

Captad el espíritu del gran Artífice maestro. Aprended del Amigo de los pecadores cómo ministrar a las almas enfermas de pecado. Recordad que en las vidas de sus seguidores han de verse la misma devoción, el mismo sometimiento a la obra de Dios ante todo reclamo social, ante todo afecto terreno, que se vieron en la vida de Jesús. Las demandas de Dios siempre se han de considerar supremas.—The Review and Herald, 29 de abril de 1909. ELC 325.4

Tenéis vecinos. ¿Les daréis el mensaje? Tal vez nunca os impusieron las manos de la ordenación, pero con humildad podéis llevar el mensaje. Podéis testificar que Dios ha ordenado que todos aquellos por quienes Cristo murió tendrán vida eterna si creen en él.—Manuscrito 2, 1905. ELC 325.5

Que nadie permanezca ocioso porque no puede hacer la misma clase de obra que hacen los siervos de Dios más experimentados... Esta obra puede ser llevada a cabo sólo por la participación activa de toda la iglesia bajo la dirección y con el poder de Dios.—Pacific Union Recorder, 24 de marzo de 1904. ELC 325.6