En los Lugares Celestiales

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La luz revelada en la vida, 4 de noviembre

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:16. ELC 317.1

Al llevar la luz en una noche oscura, para guiar los pasos de otros, con frecuencia el que lleva la luz se descuida, y permite que su cuerpo se interponga entre la luz y aquellos a quienes conduce. Así quienes lo siguen pierden el beneficio de la luz. Este es el caso de algunos que ocultan la luz de la verdad a otros. Manifiestan sus propios intereses egoístas, su falta de consagración, sus errores, sus defectos de carácter, todos los cuales afectan sus acciones y ponen de relieve sus cuerpos tenebrosos, pero no benefician a nadie por la verdad que supuestamente creen. ELC 317.2

Debiera permitirse que la luz de la verdad brille para que los hombres, al ver la conducta justa de los que conocen la verdad, reconozcan que hay poder en la misma, puesto que ha cumplido una obra tan grande por aquellos que la han recibido. Quedarán prendados con los principios de santidad que emanan de las vidas de los representantes de la verdad, y aceptarán la verdad, y glorificarán a Dios consagrándose a él, para convertirse en luces del mundo que los rodea.—Manuscrito 63, 1912. ELC 317.3

Así como Abrahán y otros santos hombres de la antigüedad fueron una luz en su generación, así el pueblo de Dios debe ser una luz en el mundo. Los rayos de la atractiva belleza del cielo han de fluir en nosotros mostrando el único camino bueno y recto, y manifestando siempre la superioridad de la ley de Dios sobre todo estatuto humano. La religión de la Biblia no ha de ser escondida en las tinieblas ... Todo rayo adicional de luz que brilla en nuestro camino es, en el plan de Dios, un nuevo elemento de fortaleza, y un poder añadido para atraer el mundo a Dios.—The Youth’s Instructor, 4 de marzo de 1897. ELC 317.4