En los Lugares Celestiales

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La preparación para encontrarse con Jesús, 31 de agosto

Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. 1 Juan 2:28. ELC 252.1

Únicamente por el conocimiento de Dios aquí podemos prepararnos para encontrarnos con él en su venida... En sus lecciones y en sus poderosas obras, Cristo es una perfecta revelación de Dios. Este Cristo declara mediante el inspirado evangelista: “A Dios nadie lo vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”. Juan 1:18. “Nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar”. Mateo 11:27. Estas palabras muestran la importancia del estudio del carácter de Cristo. Únicamente por el conocimiento de Cristo podemos conocer a Dios. ELC 252.2

Como nuestro representante, Cristo permanece en el fundamento más elevado posible. Cuando vino al mundo como mensajero de Dios, retuvo la salvación de Dios en su mano. Toda la humanidad fue liberada por él, porque en él estaba la plenitud de la Divinidad... Tan plenamente reveló Cristo al Padre, que los mensajeros enviados por los fariseos a tomarlo quedaron encantados por su presencia... Cuando contemplaron la suave luz de la gloria de Dios que envolvía su persona, cuando escucharon las bondadosas palabras que brotaban de sus labios, lo amaron. Y cuando ... los fariseos les preguntaron: “¿Por qué no le habéis traído?”, respondieron: “¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!” Juan 7:45, 46. ELC 252.3

Al contemplar a Cristo, seremos cambiados a su imagen, y hechos aptos para encontrarnos con él en su venida. Ahora es el momento de prepararse para la venida de nuestro Señor. La preparación para encontrarlo no puede lograrse en un momento. La preparación para este acontecimiento solemne debe ser de vigilante espera, combinada con trabajo ferviente.—The Review and Herald, 20 de julio de 1897. ELC 252.4