El Cristo Triunfante

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Jesús abrió el entendimiento de sus seguidores, 19 de octubre

“Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras”. Lucas 24:45. CT 301.1

Los dichos de Cristo debieran ser valorados no sólo en armonía con la medida de comprensión de los oyentes; también se los debiera considerar en el marco de la importancia que Cristo les adjudicaba. Él tomó antiguas verdades, de las que fue el originador y las expuso a sus oyentes bajo una luz celestial. Cuán diferente era su representación. ¡Qué derroche de significado, de brillo, de espiritualidad brotaban de sus explicaciones! CT 301.2

Después de la resurrección, Cristo abrió el entendimiento de sus seguidores para que pudieran comprender las Escrituras. Todo había sido transformado por obra de Satanás. La verdad yacía oculta bajo la basura del error e invisible a los ojos finitos. Cuando Cristo se refirió a su humillación, rechazo, y crucifixión, los discípulos no pudieron entender su significado. Parte de su formación había sido esperar que Cristo estableciera un reino temporal y cuando él les habló de sus padecimientos, no pudieron entender sus palabras. El Señor reprochó la lentitud de su aprendizaje y les prometió que cuando llegara el Consolador, él les recordaría todas las cosas. CT 301.3

Jesús tenía muchas verdades que impartir a sus discípulos que aún no les podía revelar, pues no habían avanzado con la luz que había resplandecido en las leyes levíticas y las ofrendas sacrificiales. Ellos no habían abrazado la luz, ni avanzado con la luz, ni seguido adelante hacia una luz mayor, a medida que la Providencia los guiaba. CT 301.4

Y por esta misma razón los discípulos de Cristo hoy no comprenden aspectos importantes de la verdad. Es que la comprensión ha estado tan embotada, incluso la de quienes enseñan la verdad a otros, que muchas cosas no se abrirán ante ellos hasta que lleguen al cielo. Esto no debiera ser así. Pero sus mentes se han estrechado, aunque ellos creen que lo saben todo y establecen un criterio tras otro sobre aspectos de la verdad de los que sólo tienen una vislumbre. La gente ha cerrado sus mentes como si ya no hubiera nada más que aprender y aunque el Señor quiera conducirlos no pueden avanzar bajo la nueva luz. Se aferraron al lugar donde vislumbraron una luz que sólo era un eslabón de la cadena viviente de verdades y promesas que se deben estudiar... CT 301.5

El desarrollo de la verdad será el premio de aquel que con corazón humilde y con temor de Dios busque al Señor y camine con él. La mente que tome la verdad con firmeza ha de expandirse constantemente hacia nuevos horizontes... Y a medida que la mente se aferre a la verdad en toda su hermosura ha de ser elevada, ennoblecida y santificada.—Manuscrito 143, 1897. CT 301.6