Dios nos Cuida

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Nos da sabiduría e inteligencia, 6 de enero

Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Isaías 11:2. DNC 14.1

Mientras el Espíritu Santo os abra la verdad, atesoraréis las experiencias más preciosas, y desearéis hablar a otras personas sobre las enseñanzas consoladoras que se os han revelado. Cuando os juntéis con ellas, les comunicaréis un pensamiento nuevo sobre el carácter o la obra de Cristo. Tendréis nuevas revelaciones del amor compasivo de Dios para hacerlas a los que le aman y a los que no le aman. DNC 14.2

“Dad, y se os dará”, porque la Palabra de Dios es una “fuente de huertos, pozo de aguas vivas, que corren del Líbano”. El corazón que probó el amor de Cristo, anhela incesantemente beber de él con más abundancia, y mientras lo impartimos a otros, lo recibiremos en medida más rica y copiosa. Cada revelación de Dios al alma aumenta la capacidad de saber y de amar. El clamor continuo del corazón es: “Más de ti”, y a él responde siempre el Espíritu: “Mucho más”. Dios se deleita en hacer “mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos”. A Jesús, quien se entregó por entero para la salvación de la humanidad perdida, se le dio sin medida el Espíritu Santo. Así será dado también a cada seguidor de Cristo cuando le entregue su corazón como morada. Nuestro Señor mismo nos ordenó: “Sed llenos del Espíritu”, y este mandamiento es también una promesa de su cumplimiento. Era la voluntad del Padre que en Cristo “habitase toda la plenitud”; y “vosotros estáis completos en él”. DNC 14.3

Dios ha derramado su amor sin escatimar, al igual que las lluvias que refrescan la tierra. El dice: “Rociad, cielos, de arriba, y las nubes destilen la justicia; ábrase la tierra, y prodúzcanse la salvación y la justicia; háganse brotar juntamente”... “De su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia”. Isaías 45:8; Juan 1:16.* DNC 14.4