Dios nos Cuida

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Profeta renuente, 20 de julio

Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Jonás 1:2. DNC 210.1

A pesar de lo impía que Nínive había llegado a ser, no estaba completamente entregada al mal. El que “vio a todos los hijos de los hombres”. Salmos 33:13... percibió que en aquella ciudad muchos procuraban algo mejor y superior... Dios se les reveló en forma inequívoca, para inducirlos, si era posible, a arrepentirse. DNC 210.2

El instrumento escogido para esta obra fue el profeta Jonás... Si el profeta hubiese obedecido sin vacilación, se habría ahorrado muchas experiencias amargas, y habría recibido abundantes bendiciones. Sin embargo, el Señor no abandonó a Jonás en su hora de desesperación. Mediante una serie de pruebas y providencias extrañas, debía revivir la confianza del profeta en Dios y en su poder infinito para salvar... DNC 210.3

Una vez más se encargó al siervo de Dios que fuera a dar la advertencia a Nínive... Al entrar Jonás en la ciudad, comenzó en seguida a pregonarle el mensaje: “De aquí a cuarenta días Nínive será destruida”. Iba de una calle a la otra, dejando oír la nota de advertencia. DNC 210.4

El mensaje no fue dado en vano. El clamor que se elevó en las calles de la ciudad impía se transmitió de unos labios a otros, hasta que todos los habitantes hubieron oído el anunció sorprendente. El Espíritu de Dios hizo penetrar el mensaje en todos los corazones, e indujo a multitudes a temblar por sus pecados, y a arrepentirse en profunda humillación... Su condenación fue evitada; el Dios de Israel fue exaltado y honrado en todo el mundo pagano, y su ley fue reverenciada. Nínive no habría de caer hasta muchos años más tarde, presa de las naciones circundantes, porque se olvidó de Dios y manifestó un orgullo jactancioso... DNC 210.5

Esto constituye una lección para los mensajeros que Dios envía hoy, cuando las ciudades de las naciones necesitan tan ciertamente conocer los atributos y propósitos del verdadero Dios, como los ninivitas de antaño... La única ciudad que subsistirá es aquella cuyo artífice y constructor es Dios... El Señor Jesús invita a los hombres a luchar con ambición santificada para obtener la herencia inmortal.* DNC 210.6