Cristo en Su Santuario

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Con los ojos fijos en el santuario

En ningún momento debemos perder de vista la importante obra que se está haciendo en favor de nosotros en el Santuario celestial. Se nos amonesta: CES 20.4

“Como pueblo, debemos ser estudiantes fervientes de la profecía; no debemos descansar hasta que entendamos claramente el tema del Santuario, el cual está expuesto en las visiones de Daniel y de Juan. Este asunto arroja gran luz sobre nuestra posición y nuestra obra actual, y nos da una prueba irrefutable de que Dios nos ha dirigido en nuestra experiencia pasada. Explica nuestro chasco de 1844, mostrándonos que el Santuario que debía ser purificado no era la Tierra, como habíamos supuesto, sino que Cristo entró entonces en el Lugar Santísimo del Santuario celestial y allí está realizando la obra final de su oficio sacerdotal, en cumplimiento de las palabras del ángel comunicadas al profeta Daniel: ‘Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado’. CES 20.5

“Nuestra fe con referencia al mensaje de los ángeles primero, segundo y tercero era correcta. Los grandes hitos por los cuales hemos pasado son inamovibles. Aun cuando las huestes del infierno intenten derribarlos de sus fundamentos, y triunfar en el pensamiento de que han tenido éxito, no alcanzarán su objetivo. Esos pilares de verdad permanecen firmes como las montañas eternas, sin ser conmovidos por todos los esfuerzos de los hombres combinados con los de Satanás y su hueste. Podemos aprender mucho, y debemos estar constantemente escudriñando las Escrituras para ver si estas cosas son así. El pueblo de Dios ha de tener ahora sus ojos fijos en el Santuario celestial, donde se está realizando el servicio final de nuestro gran Sumo Sacerdote en la obra del juicio, donde él está intercediendo por su pueblo”.—El Evangelismo, 166. CES 21.1