A Fin de Conocerle

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Una pérdida que es ganancia, 16 de julio

Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo. Filipenses 3:8. AFC64 205.1

¿Cuál es la voluntad de Dios? ¿Qué haré para glorificar a Dios? Estoy comprometida a servir a mi Salvador con mi afecto indiviso. Considero todas las cosas como basura para poder ganar a Cristo. El cielo, la vida eterna, lo valen todo para mí, y Cristo murió para que yo poseyera el eterno peso de gloria. AFC64 205.2

No podemos permitirnos incurrir en ningún error cuando están en juego intereses eternos. Significa una gran ingratitud el ser indiferentes a las exigencias que Dios nos presenta. No podemos descuidar esta gran salvación y quedar sin culpa. Una eternidad de bendición ha sido adquirida para cada hijo e hija de Adán, y todos pueden poseer un título claro a la herencia inmortal, la sustancia eterna, si durante el tiempo de prueba demuestran su obediencia a los mandamientos de Dios. Todos serán probados en esta vida. Si confían, por fe, en los méritos de Cristo y sirven a Dios de todo corazón, tendrán un título a esas mansiones que Jesús ha preparado para todos los que le aman. AFC64 205.3

Amemos a Dios sobre todas las cosas y no permitamos que nada se interponga entre nosotros y nuestro Dios. Debemos prestar atención a la luz que Dios ha permitido que brille sobre nuestro camino; debemos mostrar delante de todo el cielo que apreciamos cada rayo de luz; debemos reflejar esa luz sobre otros. Somos responsables delante de Dios de nuestra influencia. Aun si se nos obliga a estar aparentemente solos, no estamos solos, porque Cristo está con nosotros para animarnos, fortalecernos y bendecirnos. Conoce cada deseo de vuestro corazón, cada propósito de vuestra alma. Dice: “No os dejaré huérfanos: vendré a vosotros”. Juan 14:18. Creamos que Dios hará como ha prometido.—Manuscrito 51a, 1893. AFC64 205.4