El Colportor Evangélico

Los libros del espíritu de profecía

Agradezco a mi Padre celestial por el interés que mis hermanos y hermanas han manifestado en la circulación de Palabras de vida de gran Maestro. Por medio de la venta de este libro se ha realizado mucho bien, y la obra debería continuar. Pero los esfuerzos de nuestros hermanos no deben limitarse a este único libro. La obra del Señor incluye más que un ramo del servicio. Palabra de vida del gran Maestro ha de vivir y hacer la obra que le ha sido señalada, pero no todo el pensamiento y el esfuerzo del pueblo de Dios ha de ser dado a su circulación. Los libros más grandes—Patriarcas y profetas, El conflicto de los siglos y El Deseado de todas las gentes—deben venderse por doquiera. Estos libros contienen verdad para este tiempo: una verdad que debe ser proclamada en todas partes del mundo. Nada ha de obstaculizar su venta. CE 128.1

El esfuerzo por hacer circular Palabras de vida del gran Maestro ha demostrado lo que puede hacerse en el campo del colportaje. Este esfuerzo es una lección que nunca ha de olvidarse acerca de cómo colportar con un espíritu de oración y con una confianza que proporcionan éxito. CE 128.2

Muchos más de nuestros libros mayores podrían haberse vendido si los miembros de nuestra iglesia hubieran despertado a la importancia de las verdades que estos libros contienen, y se hubieran dado cuenta de su responsabilidad de hacerlos circular. Hermanos y hermanas, ¿no harán ahora un esfuerzo para hacer circular estos libros? ¿Y no pondrán en este esfuerzo el entusiasmo que han empleado en el empeño por vender Palabras de vida del gran Maestro? Al vender este libro muchos han aprendido cómo trabajar con libros grandes. Han obtenido una experiencia que los ha preparado para entrar en el campo del colportaje. CE 128.3

La influencia de estos libros—La Hna. White no es la originadora de estos libros. Ellos contienen la instrucción que durante el período de su vida Dios le ha estado dando. Contienen la luz preciosa y consoladora que Dios ha concedido generosamente a su sierva para ser dada al mundo. De sus páginas esta luz ha de brillar iluminando los corazones de los hombres y las mujeres, conduciéndolos al Salvador. El Señor me ha señalado que estos libros han de ser esparcidos por todo el mundo. Hay en ellos verdad que, para quien la recibe, es un sabor de vida para vida. Son mensajeros silenciosos a favor de Dios. En lo pasado han sido los medios en sus manos para convencer y convertir a muchas personas. Muchos los han leído con ávida expectativa, y por medio de su lectura han sido guiados a ver la eficacia de la expiación de Cristo y a confiar en su poder. Han sido inducidos a encomendar el cuidado de sus vidas a su Creador, esperando y anhelando la venida del Salvador para llevar a sus amados a su hogar eterno. En lo futuro, estos libros han de aclarar el evangelio a muchos otros, revelándoles el camino de la salvación.—The Review and Herald, 20 de enero de 1903. CE 129.1