El Colportor Evangélico

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Enseñar las evidencias de nuestra fe

Actualmente nuestros obreros deberían ser animados a consagrar principalmente su atención a libros que establezcan las pruebas de nuestra fe: libros que enseñen las doctrinas de la Biblia y preparen a un pueblo capaz de soportar las pruebas de los penosos días que nos esperan. Después de haber traído a la gente a la luz de la verdad, por medio de instrucciones bíblicas dadas con un espíritu de oración, y por el uso juicioso de nuestros impresos, debemos enseñarles a ser obreros de Dios en palabra y en doctrina. Debe animárseles a distribuir los libros que tratan temas bíblicos, libros cuya enseñanza prepare a un pueblo que sea capaz de mantenerse firme, teniendo los lomos ceñidos y sus lámparas encendidas.—Joyas de los Testimonios 3:311 (1909). CE 125.4