El Colportor Evangélico

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Todas las dificultades son quitadas

Si buscamos a Dios y nos convertimos cada día; si voluntariamente escogemos ser libres y felices en Dios; si con alegría en el corazón respondemos a su llamamiento y llevamos el yugo de Cristo—que es yugo de obediencia y de servicio—, todas nuestras murmuraciones serán acalladas, todas las dificultades se alejarán, y quedarán resueltos todos los problemas complejos que ahora os acongojan.—El Discurso Maestro de Jesucristo, 86 (1896). CE 122.3

Merced a las maravillosas operaciones de la Providencia divina, montañas de dificultades serán removidas y arrojadas al mar.—Joyas de los Testimonios 3:332 (1909). CE 123.1