Elena G. de White en Europa
Actividades diversas
La Sra. de White también dedicaba tiempo para ser una buena vecina. El domingo 3 de enero, salió con María a visitar a la Sra. Erzberger. Se encontraron con que ella, a su vez, iba a casa del Sr. Luis Aufranc y su esposa, y participaron de la visita. La Sra. de White sentía compasión por el Sr. Aufranc. Había sido traductor de la oficina de Basilea durante muchos años, pero los malos hábitos que adquirió durante sus días de estudiante minaron su salud. EGWE 170.1
A la mañana siguiente, la Hna. White también comenzó a sufrir algunos problemas de salud. El ojo izquierdo se le inflamó y le dolía la cabeza. Cuando no podía escribir dictaba la correspondencia, y así proseguía su labor a pesar de su indisposición. Trataba de pasar al aire libre todo el tiempo posible. EGWE 170.2
Cierto día, a mediados de enero, apenas unos pocos días antes del cuarto cumpleaños de su nieta Ella, tomó a la niñita de la mano y salieron juntas a caminar. La abuela y su vivaz nietecita estaban tan absortas disfrutando de su alegre aventura que perdieron la noción de dónde se encontraban. Nadie comprendía suficiente inglés como para ayudarlas a ubicar la casa editora. Durante una hora buscaron el camino de regreso. Finalmente, hallaron la vía del ferrocarril que pasaba junto a la calle donde vivían. Cuando llegaron, todos estaban preocupados por su larga ausencia. EGWE 170.3
La molestia del ojo persistió durante todo el mes de enero, y a veces, cuando no podía seguir escribiendo, María de White la oía cantar para pasar el tiempo. EGWE 170.4