A Fin de Conocerle

354/372

El día del ajuste de cuentas, 19 de diciembre

Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Apocalipsis 20:12. AFC 357.3

Las Escrituras declaran: “Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala”. Eclesiastés 12:14. Esto no encierra ni una sombra de duda... El pecado puede ocultarse, negarse, encubrirse del padre, la madre, la esposa, los hijos y los compañeros. Nadie fuera de los actores culpables pueden abrigar la menor sospecha de mal, pero el mal es conocido por las inteligencias celestiales. AFC 357.4

El Señor vio a Adán y Eva cuando tomaron la fruta del árbol prohibido. Cuando se sintieron culpables, huyeron de su presencia, y “se ocultaron”, pero Dios los vio; no pudieron ocultar su vergüenza de sus ojos. Cuando Caín mató a su hermano, pensó ocultar su crimen negando lo que había hecho; pero el Señor le dijo: “La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra”. Génesis 4:10... AFC 357.5

Todo pecado que una persona no haya confesado, y del que no se haya arrepentido, permanecerá en los libros de registro. No será borrado, no irá de antemano al juicio para ser cancelado por la sangre expiatoria de Jesús. Los pecados acumulados de cada persona quedarán escritos con absoluta exactitud, y la luz penetrante de la ley de Dios iluminará todo secreto de las tinieblas. La condenación de los rechazadores de la misericordia de Dios será proporcional a la luz, las oportunidades y el conocimiento de los derechos de Dios sobre él. AFC 358.1

El día del ajuste final de cuentas está sobre nosotros... AFC 358.2

La Biblia presenta la ley de Dios como una norma perfecta para regir la vida y modelar el carácter. El único ejemplo perfecto de obediencia a sus preceptos está en el Hijo de Dios... y se nos ordena seguir en sus pasos.—The Review and Herald, 27 de marzo de 1888. AFC 358.3