Cartas a Jóvenes Enamorados

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Preguntas que una señorita debiera hacer antes del matrimonio

Antes de dar su mano en matrimonio, toda mujer debe averiguar si aquel con quien está por unir su destino es digno. ¿Cuál ha sido su pasado? ¿Es pura su vida? ¿Es de un carácter noble y elevado el amor que expresa, o es un simple cariño emotivo? ¿Tiene los rasgos de carácter que la harán a ella feliz? ¿Puede encontrar verdadera paz y gozo en su afecto? ¿Le permitirá preservar su individualidad, o deberá entregar su juicio y su conciencia al dominio de su esposo? Como discípula de Cristo, no se pertenece; ha sido comprada por precio. ¿Puede ella honrar los requerimientos del Salvador como supremos? Conservará su alma y su cuerpo, sus pensamientos y propósitos, puros y santos? Estas preguntas tienen una relación vital con el bienestar de cada mujer que contrae matrimonio.5.Joyas de los Testimonios 2:119. CJE 23.1

Haga las siguientes preguntas: ¿Me ayudará esta unión en mi avance hacia el cielo? ¿Aumentará mi amor por Dios y ampliará mi esfera de utilidad en esta vida? Si estas reflexiones no presentan inconvenientes, entonces avance en el temor de Dios. CJE 23.2

El verdadero amor es una planta que necesita ser cultivada. Que la mujer que desea una unión apacible y feliz, que le permita evitar miserias y tristezas en el futuro, se pregunte antes de entregar sus afectos, ¿tiene mi novio madre? ¿Cuáles son las características del carácter de ella? ¿Reconoce él sus obligaciones hacia ella? ¿Es considerado con sus deseos y felicidad? Si no respeta y honra a su madre, ¿manifestará respeto y amor, bondad y consideración hacia su esposa? Cuando haya pasado la novedad del matrimonio, ¿me seguirá amando? ¿Será paciente para con mis errores o será crítico, exigente y dictatorial? El verdadero afecto pasará por alto muchos errores; el amor no los discernirá.6.Fundamentals of Christian Education, 105. CJE 24.1

Acepte la joven como compañero de la vida tan sólo a un hombre que posea rasgos de carácter puros y viriles, que sea diligente y rebose de aspiraciones, que sea honrado, ame a Dios y le tema.7.El Ministerio de Curación, 277. CJE 24.2

Esta carta a Nélida contiene preguntas parecidas a la carta anterior dirigida a Rodolfo. El grupo con el cual ella se asociaba no era bueno. Su pretendiente era irreverente, perezoso y de lenguaje impuro. Tenía, además, otros hábitos objetables. Elena G. de White le dirigió a ella algunas preguntas muy directas que muy bien podrían aplicarse también a ti al leer esta carta. CJE 24.3

Norfolk Villa, Prospect St.

Grandville, N.S.W.

Agosto 9, 1894

Querida Nélida,

Me siento agradecida a Dios porque amas la verdad y porque amas a Jesús; y anhelo que continúes tu camino hacia adelante y hacia arriba a fin de que puedas alcanzar la norma del carácter cristiano que se revela en la Palabra de Dios. Que la Palabra de Dios sea tu libro guía a fin de que en todo puedas ser modelada en conducta y carácter de acuerdo a sus requerimientos. CJE 25.1

Eres propiedad del Señor tanto por creación como por redención. Puedes ser una luz en tu hogar, y ejercer continuamente una influencia salvadora viviendo la verdad Cuando la verdad está en el corazón, su influencia salvadora es percibida por todos los que viven en la casa. Sobre ti descansa una responsabilidad sagrada, que requiere que mantengas tu alma pura consagrándote enteramente al Señor. CJE 25.2

Tus amigos que se muestran totalmente contrarios a las cosas espirituales, no son refinados, ennoblecidos y elevados por la práctica de la verdad No están bajo la conducción de Cristo, sino bajo el estandarte negro del príncipe de las tinieblas. Asociarse con los que ni temen ni aman a Dios—a menos que tu asociación con ellos responda al propósito de ganarlos para Jesús—será en detrimento de tu espiritualidad Si no puedes elevarlos, la influencia de ellos te afectará corrompiendo y contaminando tu fe. Es correcto que los trates amablemente, pero no lo es que los ames y que busques su compañía, porque si escoges la atmósfera que rodea sus almas, abandonarás el compañerismo con Jesús. CJE 25.3

Por la luz que al Señor le ha complacido darme, quiero advertirte que estás en peligro de ser engañada por el enemigo. Estás en peligro de elegir tu propio camino, de no seguir el consejo de Dios ni de caminar en obediencia a la voluntad de él. CJE 25.4

El Señor ha dado reglas para la orientación de cada alma de tal manera que nadie necesite errar el camino. Estas direcciones representan todo para nosotros, porque forman la norma a la cual cada hijo e hija de Adán debiera conformarse. CJE 25.5

Estás entrando en la etapa en que te estás transformando en mujer, y si buscas la gracia de Cristo, si sigues el sendero en el cual Jesús señala el camino llegarás más y más a ser una verdadera mujer. Crecerás en gracia, llegarás a ser más sabia por experiencia, y al avanzar de una luz a otra luz mayor llegarás a sentirte más feliz. Recuerda que tu vida pertenece a Jesús, y que no debes vivir para agradarte a ti misma. CJE 26.1

Evita a los que son irreverentes. Evita a quien sea amante de la pereza; evita a quien se burle de las cosas santas. Evita la compañía de quien usa un lenguaje profano o es adicto al uso de licor, aunque fuera de un solo vaso. No escuches las propuestas de un hombre que no se da cuenta de su responsabilidad ante Dios. La verdad pura que santifica el alma te dará valor para cortar la amistad más placentera y separarte de la que tú sabes que no ama ni teme a Dios, y que no conoce nada acerca de los principios de la verdadera justicia. Nosotros podemos tolerar las debilidades y la ignorancia de un amigo, pero nunca sus vicios. CJE 26.2

Sé cautelosa en cada paso que des; necesitas a Jesús a cada paso. Tu vida es demasiado preciosa para considerarla de poca importancia. El Calvario da testimonio del valor de tu alma. Consulta con la Palabra de Dios a fin de que puedas saber cómo usar la vida que ha sido comprada para ti a un costo infinito. Como hija de Dios te está permitido contraer matrimonio solamente en el Señor. Asegúrate de no estar siguiendo la imaginación de tu corazón, y de avanzar en el temor de Dios. CJE 26.3

Si los que son creyentes se asocian con los incrédulos con el propósito de ganarlos para Cristo, serán testigos de Cristo, y habiendo cumplido su misión se retirarán a fin de respirar en una atmósfera pura y santa. Cuando estés en compañía de incrédulos, recuerda siempre que tú eres representante de Cristo en carácter y no permitas que salgan de tus labios palabras livianas y frívolas, ni conversaciones ordinarias. CJE 26.4

Recuerda el valor del alma, y recuerda que es tu privilegio y tu deber colaborar en toda forma posible con Dios. No debes rebajarte al mismo nivel de los incrédulos, ni reirte ni pronunciar las mismas palabras ordinarias. CJE 26.5

El Señor será tu ayudador, y si confías en él te elevará a una norma noble y colocará tus pies sobre la plataforma de la verdad eterna. Mediante la gracia de Cristo harás uso correcto de las capacidades que te fueron confiadas y llegarás a ser un instrumento para el bien en la ganancia de almas para Cristo. Todos los talentos que tienes debieran ser empleados correctamente. CJE 26.6

Mi querida hermana, te he escrito por amor a tu alma, y te ruego que escuches mis palabras. Cuando encuentre el tiempo para hacerlo, volveré a escribirte. CJE 27.1

Con amor cristiano,

Ellen G. White

Carta 51, 1894.