Conflicto y Valor

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Deber o deseo, 17 de abril

Números 22.

Sino que desechasteis todo consejo mío y mi reprensión no quisisteis. Proverbios 1:25. CV 113.1

Durante la noche el ángel de Dios vino a Balaam con el mensaje: “No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo; porque es bendito”... CV 113.2

Por segunda vez Balaam fue probado. En su respuesta a las peticiones de los embajadores hizo alarde de tener mucha conciencia y probidad, y les aseguró que ninguna cantidad de oro y de plata podía persuadirle a obrar contra la voluntad de Dios. Pero anhelaba acceder al ruego del rey; y aunque ya se le había comunicado la voluntad de Dios en forma definitiva, rogó a los mensajeros que se quedaran, para que pudiese consultar otra vez a Dios, como si el Infinito fuera un hombre sujeto a la persuasión. CV 113.3

Durante la noche se le apareció el Señor a Balaam y le dijo: “Si vinieren a llamarte hombres, levántate y ve con ellos; empero harás lo que yo te dijere”. Hasta ese punto le permitiría el Señor a Balaam que hiciera su propia voluntad, ya que se empeñaba en ello. No procuraba hacer la voluntad de Dios, sino que decidía su conducta y luego se esforzaba por obtener la sanción del Señor. CV 113.4

Son millares hoy los que siguen una conducta parecida. No tendrían dificultad en comprender su deber, si éste armonizara con sus inclinaciones. Lo hallan claramente expuesto en la Biblia, o lisa y llanamente indicado por las circunstancias y la razón. Pero porque estas evidencias contrarían sus deseos e inclinaciones, con frecuencia las hacen a un lado y pretenden acudir a Dios para saber cuál es su deber. Aparentan tener una conciencia escrupulosa y en fervientes y largas oraciones piden ser iluminados. Pero Dios no tolera que los hombres se burlen de él. A menudo permite a tales personas que sigan sus propios deseos y que sufran las consecuencias... CV 113.5

Cuando uno ve claramente su deber, no procura ir presuntuosamente a Dios para rogarle que le dispense de cumplirlo. Más bien debe ir con espíritu humilde y sumiso, pedir fortaleza divina y sabiduría para hacer lo que le exige. Historia de los Patriarcas y Profetas, 468-470.* CV 113.6