Conflicto y Valor

331/366

Ángeles protectores, 26 de noviembre

Hechos 12:1-19.

Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes. Hechos 12:11. CV 336.1

Fue señalado el día de la ejecución de Pedro, pero las oraciones de los creyentes siguieron ascendiendo al cielo; y mientras que todas sus energías y simpatías se expresaban en fervientes pedidos de ayuda los ángeles de Dios velaban sobre el encarcelado apóstol... CV 336.2

Herodes había tomado esta vez dobles precauciones. Para evitar toda posibilidad de que se lo libertase, se había puesto a Pedro bajo la custodia de dieciséis soldados que, en diversas guardias, cuidaban de él día y noche. En su celda, había sido colocado entre dos soldados, y estaba ligado por dos cadenas, aseguradas a la muñeca de ambos soldados. No podía moverse sin que ellos lo supieran. Manteniendo las puertas cerradas con toda seguridad y delante de ellas una fuerte guardia, se había eliminado toda oportunidad de escapar por medios humanos. Pero la situación extrema del hombre es la oportunidad de Dios... Herodes estaba alzando la mano contra el Omnipotente, y había de resultar totalmente derrotado... Un poderoso ángel es enviado del cielo para rescatar a Pedro... CV 336.3

Los principados y las potestades de los cielos están contemplando la guerra que, en circunstancias aparentemente desalentadoras, están riñendo los siervos de Dios. Se verifican nuevas conquistas, se ganan nuevos honores a medida que los cristianos, congregándose en derredor del estandarte de su Redentor, salen a pelear la buena batalla de la fe. Todos los ángeles celestiales están al servicio de los humildes y creyentes hijos de Dios; y cuando el ejército de obreros canta aquí en la tierra sus himnos de alabanza, el coro celestial se une a él para tributar loor a Dios y a su Hijo... CV 336.4

Cada verdadero hijo de Dios cuenta con la cooperación de los seres celestiales. Ejércitos invisibles de luz y poder acompañan a los mansos y humildes que creen y aceptan las promesas de Dios; hay a la diestra de Dios querubes y serafines, y ángeles poderosos en fortaleza, “son todos espíritus administradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de salud”. Los Hechos de los Apóstoles, 117, 118, 124, 125.* CV 336.5