Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

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Se necesitan verdaderos directores

Los directores de nuestras escuelas deberían ser hombres y mujeres de intuición aguda, que tengan el Espíritu de Dios para ayudarles a leer el carácter, que tengan aptitud para dirigir, que puedan entender las diferentes fases del carácter, y ejerzan tino y sabiduría en su trabajo en favor de las diversas mentes. Muchos pueden ocupar nominalmente el puesto de director, pero se necesitan hombres capaces de desempeñarlo en todo el sentido de la palabra. Muchos hay que con bastante habilidad pueden seguir la rutina; pero no pueden impartir valor y esperanza, inspirar pensamientos, avivar la energía, e impartir tal vida, que la escuela llegue a ser un poder vivo y creciente para el bien. COES 182.1

Hay un gran campo abierto también para los maestros, y ellos deberían tratar de aprender cómo trabajar de manera que puedan dirigir y desarrollar la mente y el corazón de los niños. Deberían poseer la sabiduría que viene de lo alto, para que puedan tener buen éxito en su trato con los jóvenes y niños. Muchos maestros son cortos de vista, y proceden para con los jóvenes de un modo que no tiende a producir buenos resultados; y en lugar de adelanto, se ve retroceso. Lo que necesitan, tanto los obreros como los alumnos, es el don del Espíritu Santo, para que no haya reformas espasmódicas, sino un firme crecimiento en la gracia, un constante aumento de vida y poder espirituales.—Testimonies on Sabbath-School Work, 91-94. COES 182.2