Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

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Los requerimientos de Dios vienen primero

Los requerimientos de Dios vienen primero. No estamos haciendo su voluntad si le consagramos lo que sobra de nuestras entradas después que han sido suplidas todas nuestras necesidades imaginarias. Antes que se consuma toda porción de nuestra ganancia, debemos apartar y presentarle la porción que él reclama. En la antigua dispensación se mantenía continuamente una ofrenda de gratitud ardiendo sobre el altar, que mostraba así la permanente obligación del hombre hacia Dios. Si tenemos prosperidad en nuestros negocios seculares, es porque Dios nos bendice. Una parte de esta entrada ha de ser dedicada a los pobres, y una gran parte ha de ser consagrada a la causa del Señor. Cuando lo que Dios exige le es entregado, el resto será santificado y bendecido para nuestro propio uso. Pero cuando un hombre roba a Dios, reteniendo lo que él requiere, su maldición descansa sobre el total.—Testimonies for the Church 4:477. COES 162.1