Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

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Enseñemos la benevolencia a los niños en el hogar

Nuestro gran adversario está constantemente trabajando con poder para inducir a la juventud al abandono, al orgullo y a la extravagancia, para que su mente y corazón estén tan completamente ocupados con estas cosas que no haya lugar para Dios en sus afectos. Por este medio está él deformando el carácter e impidiendo el desarrollo del intelecto de la juventud de esta generación. Es el deber de los padres contrarrestar su obra. Toda influencia que se ejerza sobre los jóvenes para conservar en su corazón la humildad verdadera y sincera, y el conocimiento de la voluntad divina, contribuirá a impedir que sean corrompidos por los vicios de este siglo. COES 156.2

Una de las barreras más eficaces contra la creciente marea de maldad, es el cultivo de hábitos de abnegación y benevolencia. A los niños se les debe enseñar a mirar con repugnancia los hábitos de egoísmo y codicia. Dios tiene sagrados derechos sobre ellos, y es necesario que se los instruya, mandamiento tras mandamiento, precepto tras precepto, para que reconozcan y concienzudamente respeten esos derechos. COES 157.1

Hágaseles recordar siempre a las mentes jóvenes y tiernas, que Dios está dando constantemente su bendición a sus hijos necesitados en la luz del sol y en las lluvias que hacen que florezca la vegetación y produzca la tierra sus abundantes frutos para uso del hombre. Estas bendiciones no se nos dan para que reteniendo los tesoros de la bondad de Dios, y fijando en ellos nuestros afectos, estimulemos nuestra naturaleza egoísta, sino para que podamos dar al Dador dones y ofrendas. Esta es la más pequeña expresión de amor y gratitud que podemos devolver a nuestro benévolo Creador. COES 157.2

Ha habido gran dejadez de parte de los padres en procurar interesar a sus hijos en el desarrollo de la causa de Dios. En muchas familias, parece que se hace caso omiso de los niños, como si ellos fuesen seres irresponsables. Algunos padres aun roban a Dios lo que por derecho le pertenece como diezmos y ofrendas, para poder juntar riquezas para sus hijos, sin pensar que al hacerlo, están abriendo a sus amados una puerta de tentación que por lo general provocará su ruina. Les quitan a sus hijos la necesidad del esfuerzo personal y con ello un estímulo a las acciones nobles. COES 158.1

Si se les animara a hacerlo, los niños ganarían medios para fines benévolos y para el adelanto de la causa de Dios; y su interés aumentaría por el hecho de haber invertido algo en estas empresas. Sus pequeñas donaciones serían una ayuda material, y los niños mismos estarían mucho mejor, física, mental y moralmente, por el esfuerzo que hubieran hecho. Mediante la abnegación y diligencia, adquirirían una experiencia valiosa que les ayudaría a tener éxito en esta vida y a asegurarse la vida futura.—Testimonies on Sabbath-School Work, 98-100. COES 158.2