Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

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La selección de los maestros

La instrucción dada a la juventud y a los niños no debe ser superficial. Los maestros, como personas puestas en defensa de la verdad, deberían hacer cuanto puedan para elevar la norma. No puede hacerse cosa peor para vuestra escuela sabática que poner, como maestros, personas jóvenes que han revelado grandes defectos en su vida religiosa... No bajéis la norma en vuestras escuelas sabáticas. Vuestros hijos deben tener maestros cuyo ejemplo e influencia sean una bendición más bien que una maldición. Deben tener constantemente un elevado concepto de la virtud, la pureza y la santidad que caracterizan la vida cristiana. Sus ideas sobre este punto no deberían sufrir confusión; nadie debería proceder imprudente o ignorantemente en estos asuntos. No animéis por la voz ni por la pluma a hombres o mujeres que no tengan valor moral y cuya vida pasada muestre una falta de conciencia e integridad. Puede ser que sean perspicaces, ingeniosos e inteligentes; pero si su corazón no se halla imbuído con el Espíritu de Dios, y si no tienen integridad de carácter, su influencia señalará hacia la tierra y no hacia el cielo, y será destructiva dondequiera que se encuentren y en cualquier cosa en que se ocupen. COES 99.3

Tenemos gran necesidad de hombres y mujeres que se den cuenta de lo que es el pecado y aborrezcan la iniquidad; que tengan un criterio espiritual para discernir las necesidades de la causa de Dios, y trabajar con fervor abnegado y desinteresado, conservando el yo siempre escondido en Jesús. Necesitamos hombres jóvenes a quienes Dios pueda aprobar, jóvenes de una piedad práctica, que posean conciencias prontas para percibir y reconocer el peligro; hombres y mujeres que no se exalten a sí mismos y que no procuren esconder la deformidad del alma bajo una capa de piedad; personas que sientan su debilidad y las imperfecciones del carácter, y que en la impotencia del alma se aferren de Cristo Jesús. Aquellos que confían en sí mismos, y creen que su modo de obrar está por encima de toda crítica, harán una obra muy imperfecta. Dijo el apóstol: “Cuando soy flaco, entonces soy poderoso.” Al mismo tiempo que se daba cuenta de su debilidad, se asió de Jesucristo y su gracia por medio de la fe... COES 100.1

Cada obrero de la escuela sabática, que ha pasado de muerte a vida por medio de la gracia transformadora de Cristo, revelará la profunda operación del Espíritu de Dios sobre su propio corazón. Aquellos que tratan de dirigir a otros, que pretenden estar guiando a las almas al camino de santidad, al mismo tiempo que en su propia vida se manifiestan el amor a los placeres, el orgullo y el amor a la ostentación, son siervos infieles. Su vida no está en armonía con lo que profesan ser; su influencia es una ofensa para Dios. Necesitan una conversión cabal. Su corazón está tan lleno de desechos que carece de lugar para la verdad elevada y ennoblecedora. El templo del alma necesita ser refinado, purificado y limpiado; porque Satanás, y no Dios, habita en el corazón. COES 101.1

Es esencial que se tenga cuidado al poner a hombres y mujeres en puestos de confianza. Deberíais saber algo en cuanto a su vida pasada, y el carácter que han desarrollado. Mejor sería duplicar el número de alumnos de vuestras clases bajo obreros temerosos de Dios que multiplicar maestros cuya influencia no esté en armonía con el carácter santo de la verdad que profesamos, porque la influencia de ellos será desmoralizadora.—Testimonies on Sabbath-School Work, 22-26. COES 101.2