Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

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Aspirad a una norma más elevada

Una cosa es cierta, y es que hay muy poco del espíritu de amor entre los adventistas, tanto en la obra de la iglesia como en la de la escuela sabática. Los obreros y los que aprenden se han propuesto una norma demasiado baja. Todos necesitan llegar a ser más amplios, tener blancos más altos y más santos, aspirar una atmósfera más pura. De nuestras escuelas sabáticas y colegios han de salir jóvenes de ambos sexos como misioneros para Dios. Ellos necesitan la mejor instrucción y preparación religiosa. Además de los conocimientos, necesitan la virtud que viene de Dios, que los preparará para ocupar puestos difíciles y de responsabilidad. El crecimiento intelectual y espiritual debe ser tan marcado como el desarrollo de las fuerzas físicas. Los jóvenes deberían sentir la necesidad de ser fuertes y competentes, tanto intelectual como espiritualmente. Muchos no adquieren este poder, no porque carezcan de habilidad, sino porque no se empeñan con esfuerzo determinado y diligente. Deberían aprovechar cuanto fuera posible sus oportunidades, y llegar a ser cuidadosos, a fin de poder llevar las cargas y compartir las responsabilidades de los que están fatigados y sobrecargados. La más importante obra misionera de todas es la de preparar obreros que vayan al campo a predicar el Evangelio a toda criatura.—Testimonies on Sabbath-School Work, 32-34. COES 94.2