Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

66/199

Una pregunta para todo maestro y alumno

Al estudiar las Escrituras, manifestar un interés altruísta en otros y hacer las cosas que agradan al Salvador, creceréis en gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador. Pregúntese cada maestro y cada discípulo: “¿Qué podré hacer yo que pudiera ser considerado como buen servicio para Aquel que ha muerto a fin de que yo viviera?” El Maestro da esta respuesta: “Buscad y salvad lo que se ha perdido.” Habéis de trabajar de la manera en que Cristo trabajó, con paciencia, con interés, con la determinación de no sentiros desanimados al trabajar para lo presente y para la eternidad, creyendo que Jesús puede hacer mucho por medio de las aptitudes humanas, consagradas a su servicio. ¿Qué privilegio más alto podríamos desear que el de ser colaboradores juntamente con Dios, aprovechando cuanto sea posible los poderes que nos han sido confiados, a fin de que esta obra sea llevada a cabo? COES 76.1

Cuando los hombres y mujeres jóvenes sean sobrios y cultiven la piedad y la devoción, dejarán que su luz ilumine a otros, y habrá poder vital en la iglesia. Sería bueno señalar una hora para el estudio de la Biblia, y que los jóvenes, tanto convertidos como no convertidos, se reúnan para orar y relatar los incidentes de su vida. La juventud debería tener ocasión para expresar sus sentimientos. Convendría tener al principio un director juicioso, uno que hable poco y anime mucho, con una palabra de cuando en cuando para ayudar a fortalecer a la juventud en los comienzos de su vida religiosa. Después que hayan ganado un poco de experiencia, tome uno de ellos la dirección, y luego otro, y edúquense de esta manera obreros que reciban la aprobación de Dios.—Testimonies on Sabbath-School Work, 48, 49. COES 76.2