Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

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Enseñad la modestia y la humildad

La indicación dada por el Hijo de Dios a Moisés, para la instrucción de los hijos de Israel, es tan esencial ahora como entonces, y los padres deberían prestarle atención tan diligentemente hoy como debía hacerlo el antiguo pueblo de Dios. La religión tiene que ser entretejida con todo detalle de la vida del hogar si queremos ver los resultados que Dios quiso que fueran el fruto de seguir en su camino. El orgullo, la estimación propia y el atrevimiento son características destacadas de los niños de hoy y son la maldición de nuestra era. Cuando por todas partes veo esta manifestación desagradable y tan desemejante a Cristo, y veo a padres y maestros tratar de exhibir la habilidad y el conocimiento de sus hijos y alumnos, me duele el corazón; porque sé que ésta es la conducta exactamente opuesta a la que se debería seguir. COES 49.1

Los padres y maestros que adquieren su conocimiento en la Biblia, que tanto en pensamientos como en acciones son regidos por sus santos principios, no necesitan extraviarse ni estar en sendas apartadas y prohibidas. Han de enseñarse a los niños, tanto en casa como en la escuela sabática, las lecciones más sagradas de modestia y humildad. Ha de instruírselos tocante a las altas pretensiones de la ley de Dios y a su responsabilidad delante de él. Las lecciones que se les han de presentar deben ser de tal carácter que los preparen para ser útiles en esta vida, y para tener un lugar en el reino futuro e inmortal. COES 50.1

“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todo tu poder. Y estas palabras, que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.” Estas palabras definen claramente el deber de los padres y los maestros; y si ellos siguen esta instrucción, no dejarán de ver los mejores resultados. COES 50.2