Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

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Escuchad con candor

Cuando se os pida que escuchéis las razones de una doctrina que no entendéis, no condeneis el mensaje mientras no lo hayáis investigado prolijamente y sepáis por la Palabra de Dios que no es defendible. Si yo tuviera la oportunidad, hablaría a los alumnos de todas las escuelas sabáticas del país, suplicando fervientemente en alta voz que acudan a la Palabra de Dios en busca de la verdad y la luz. Dios tiene preciosa luz que ha de impartir a su pueblo justamente en este tiempo, y vosotros debéis esforzaros fervorosamente en vuestra investigación, para poner la mira nada menos que en un conocimiento cabal de todos los puntos de la verdad, a fin de que en el día de Dios no seáis hallados entre aquellos que no han vivido de toda palabra que sale de la boca de Dios. COES 33.2

La enorme importancia de lo que está en juego al descuidar la Palabra de Dios debe tomarse seriamente en consideración. El estudio de la Biblia es digno del mayor esfuerzo mental y de los talentos más santificados. Cuando se presenta una luz nueva a la iglesia, es peligroso que la rechacéis. Rehusar escuchar porque abrigáis prejuicio contra el mensaje o el mensajero no excusará vuestro caso delante de Dios. Condenar aquello que no habéis oído y que no entendéis, no ensalzará vuestra sabiduría ante los ojos de aquellos que son cándidos en sus investigaciones de la verdad. Y hablar con desprecio de aquellos a quienes Dios ha enviado con un mensaje de verdad es insensatez y locura. Si nuestros jóvenes están procurando educarse a sí mismos para ser obreros en la causa del Señor, deben aprender su camino y vivir de toda palabra que sale de su boca. No deben llegar a la conclusión de que toda la verdad ha sido revelada, y que el Infinito no tiene más luz para su pueblo. Si se atrincheran en la creencia de que toda la verdad ha sido revelada, estarán en peligro de desechar como inútiles las preciosas joyas de verdad que serán descubiertas al volver los hombres la atención al escudriñamiento de la rica mina de la Palabra de Dios. COES 34.1