Exaltad a Jesús

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La Biblia es su propio intérprete, 11 de abril

Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 2 Timoteo 2:15. EJ 109.1

La Biblia es su propia expositora. Se ha de comparar un pasaje con otro. El alumno debe considerar la Palabra como un todo y ver la relación de sus partes. Debe adquirir conocimiento de su gran tema central: el propósito original de Dios para el mundo, el origen de la gran controversia y de la obra de la redención. Debe comprender la naturaleza de los principios que contienden por la supremacía, y debe aprender a seguir sus manifestaciones a través de los anales de la historia y la profecía, hasta la gran consumación. Debe ver cómo esa controversia entra en toda fase de la experiencia humana; cómo en todo acto de la vida él mismo revela uno u otro de los motivos antagónicos; y cómo, sea que lo quiera o no, está ahora mismo decidiendo de qué lado de la controversia será hallado. EJ 109.2

Cada parte de la Biblia ha sido dada por inspiración de Dios, y es provechosa. El Antiguo Testamento, no menos que el Nuevo, debe recibir atención. Mientras estudiemos el Antiguo Testamento, hallaremos fuentes vivas que borbotean donde el lector negligente discierne solamente un desierto. EJ 109.3

El Antiguo Testamento derrama luz sobre el Nuevo, y el Nuevo sobre el Antiguo. Cada uno es una revelación de la gloria de Dios en Jesús. Cristo manifestado a los patriarcas, simbolizado en los servicios de los sacrificios, esbozado en la ley, y revelado por los profetas, constituye las riquezas del Antiguo Testamento. Cristo en su vida, en su muerte y su resurrección; Cristo manifestado por el Espíritu Santo, es el tesoro del Nuevo. Tanto el Nuevo como el Antiguo Testamento presentan verdades que revelan continuamente nuevas profundidades de significado al que las busca fervorosamente.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 445-446. EJ 109.4

Cristo reprochó a sus discípulos por la lentitud de su comprensión... Después de su resurrección, mientras caminaba con dos de sus discípulos hacia Emaús, les abrió el entendimiento para que pudieran comprender las Escrituras, y les explicó el Antiguo Testamento de tal manera que percibieron en sus enseñanzas un significado que ni siquiera los mismos escritores habían visto... EJ 109.5

Las palabras de Cristo son el pan de vida. Al comer sus palabras, la comprensión de los discípulos fue avivada. Comprendieron mejor el valor de las enseñanzas del Salvador. El discernimiento de estas verdades los hizo pasar de la oscuridad del alba a la brillantez del mediodía. Lo mismo sucederá con nosotros al estudiar la Palabra de Dios.—The Signs of the Times, 4 de abril de 1906. EJ 109.6

La tarea de explicar la Biblia por sí misma es la obra que deberían realizar todos... los que estén completamente conscientes de los tiempos en que vivimos.—Carta 376, 1906. EJ 109.7