Apéndices
Apéndice a—En casa de Simón
“Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa”. Vers. 36. Cristo no tenía un hogar propio; aquellos que lo invitaban a sus casas lo consideraban demasiado pobre para tener un hogar. Sin embargo, cada casa era su propiedad.
HD 233.1
Simón pensaba que al hacerle esta fiesta, le estaba haciendo un honor a Cristo. Pero a pesar de que todo lo que se ofrecía pertenecía al dueño de casa, Cristo, al aceptar su hospitalidad, estaba dando más de lo que recibía. Cuando se sentó a la mesa del fariseo, en realidad estaba participando de las provisiones concedidas por su Padre. Los escribas y fariseos solo eran residentes en la propiedad de Dios; su benevolencia les concedía comida y vestido. Si Cristo no hubiera venido como garantía del hombre, este último no hubiera recibido bendiciones. Y las bendiciones que brinda Cristo a los que lo reciben no son solo del orden temporal; también les brinda el pan de vida.
HD 233.2
Cristo comía tanto con los publicanos y pecadores como con los fariseos. Cuando era invitado a los hogares de los primeros, aceptaba su invitación. En esto ofendía a los escribas y fariseos que pensaban que un buen judío no debía olvidar los muros de separación que la tradición había erigido. Pero para Dios no existen sectas ni nacionalidades. Cuando Cristo era acusado, respondía: “No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”. Se colocaba a sí mismo en el camino donde podía tener acceso a las almas que perecían, para plantar las semillas de verdad en esos corazones humanos; semillas que brotarían y darían fruto para la gloria de Dios.
HD 234.1
Aunque Cristo nunca buscó lujo para sí mismo, aceptaba expresiones de respeto y amor hacia él. Lo merecía. Aunque no tenía nada en este mundo que pudiera reclamar como suyo, era el Creador del mundo y todo lo que en él habita. Se hizo pobre siendo rico, para que por su pobreza fuésemos enriquecidos; llevó sobre él las debilidades de la humanidad. Si los ojos humanos hubiesen sido abiertos, se hubiera visto que su fuerza era más grande que la del hombre armado más valiente. Sin embargo, nunca olvidó que era pobre en la estima del mundo.
HD 234.2
La humildad que él mostraba no era una humildad fingida: él era humildad. “Estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo”. Filipenses 2:8. Si alguien le hacía un favor, lo bendecía con toda la cortesía y bondad celestiales. Nunca rehusaba una flor que un niño le ofreciera con amor. Aceptaba las ofrendas de los niños y bendecía a los dadores inscribiendo sus nombres en el libro de la vida.
HD 234.3
“Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los ungía con el perfume. Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: “Si este fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que lo toca, porque es pecadora””. Vers. 37-39.
HD 234.4
Al sanar a Simón de su lepra, Cristo lo había salvado de una muerte en vida. Sin embargo, ahora Simón cuestionaba si Cristo sería profeta. Debido a que Cristo permitió que esta mujer se le aproximara; debido a que no la despreció indignado como a alguien cuyos pecados eran demasiado grandes para ser perdonados; debido a que no pareció reconocer en ella a alguien que había caído, Simón estuvo tentado a pensar que él no era profeta. Su corazón se llenó de desconfianza e incredulidad; Cristo no sabe nada de esta mujer, pensó, de otra manera no le permitiría esas demostraciones; no le permitiría que lo tocase.
HD 234.5
Pero Simón no era capaz de leer el corazón de su huésped. Fue su ignorancia del verdadero Dios y de Jesucristo a quien había enviado, que lo llevó a pensar de esa manera. Todavía no se había convertido plenamente de su farisaísmo. No podía entender que en tales ocasiones el Hijo de Dios debía actuar como Dios lo hace: con ternura, compasión y misericordia. Su actitud era no reconocer la acción humilde y penitente de María; que ella besara los pies de Cristo y los ungiese, lo exasperaba. Pensó que si realmente Cristo era profeta, debía reconocer a los pecadores y rechazarlos.
HD 235.1
Leyendo sus pensamientos, Cristo le respondió aun antes de que Simón hablara, demostrándole que era el Profeta de los profetas: ““Simón una cosa tengo que decirte [...]. Un acreedor tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y el otro, cincuenta. No teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos lo amará más?” Respondiendo Simón, dijo: “Pienso que aquel a quien perdonó más”. Él le dijo: “Rectamente has juzgado””. Vers. 40-43.
HD 235.2
Como hizo Natán con David, Cristo cubrió la verdad con el velo de una parábola. Puso sobre su anfitrión la carga de pronunciar sentencia sobre sí mismo. Esta forma de presentarle el asunto, hizo sentir a Simón muy molesto. Él mismo había llevado al pecado a la mujer que ahora despreciaba. Ella había sido terriblemente perjudicada por él. Y en la parábola de los dos deudores, la experiencia de ambos estaba representada. El pecado de Simón había sido diez veces más grande que el de la mujer, como la deuda de quinientos denarios era más grande que la de cincuenta.
HD 235.3
Ahora Simón comenzaba a verse a sí mismo bajo una nueva luz. Ahora veía cómo un verdadero profeta en todo el sentido de la palabra, había tratado a María. Ahora comprendía que con su agudo ojo profético, Cristo había leído el corazón de amor y devoción de María. Simón estaba avergonzado; sentía que estaba en la presencia de un ser superior a él.
HD 235.4
Simón había dudado que Cristo fuese profeta; pero al mostrar su conocimiento acerca de esta mujer, Cristo dio evidencias de su carácter profético. Sus poderosas obras, sus milagros, su maravillosa instrucción, su paciencia y humildad, todas eran evidencias de su divinidad. Simón no tendría por qué haber dudado.
HD 235.5
“Entré en tu casa”, continuó Jesús, “y no me diste agua para mis pies; pero ella ha regado mis pies con lágrimas y los ha secado con sus cabellos. No me diste beso; pero ella, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies”. Vers. 44-45. La atención de lavar los pies y dar un beso de bienvenida no se mostraba invariablemente a todos los huéspedes; solo se hacía con aquellos a quienes se deseaba mostrar un aprecio especial. Cristo debía haber recibido estas atenciones de parte de su anfitrión, pero este no lo había hecho.
HD 236.1
Cristo le recordó a Simón las oportunidades que había tenido de mostrar su amor por su Señor y su aprecio por lo que había hecho por él. Y con delicada cortesía también les recordó a sus discípulos que su corazón se entristece cuando sus hijos descuidan expresar su gratitud hacia él en palabras y hechos de amor. Algunos pueden pensar que este mensaje de la Escritura no está más en vigencia, pero no es así.
HD 236.2
Pablo nos recuerda que [también] toda mujer debe ser honrada, “si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra”. 1 Timoteo 5:10.
HD 236.3
Muchos necesitan compasión y afecto, y aquellas que lavan “los pies de los santos” deben tener un juicio santificado para ser capaces de reconocer a “los santos”. El mensajero de Dios puede tener un vestido gastado y manchado por la jornada, pero puede ser un ángel encubierto. Los ángeles, sin ser reconocidos, hablan con los hombres, pronunciando palabras que son agua de vida para sus almas. María era vista como una gran pecadora; pero Cristo, que conocía las circunstancias, la veía como podía llegar a ser: con una gran capacidad para el bien. Veía el lado mejor de su carácter y sabía que, mediante su gracia, llegaría a ser participante de la naturaleza divina, y que purificaría su alma al obedecer la verdad.
HD 236.4
Cristo podría haber extinguido toda chispa de esperanza en el alma de María, pero no lo hizo. Aquel que lee los motivos del corazón, sabía qué sentimientos habían llevado a María a hacer lo que había hecho, y también conocía el espíritu que estaba detrás de las palabras de Simón. ““Ves esta mujer—le dijo—sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; pero aquel a quien se le perdona poco, poco ama”. Y a ella le dijo: “Tus pecados te son perdonados””. Vers. 47-48.
HD 236.5
Aquellos que estaban presentes, que habían visto a Cristo resucitar a Lázaro de los muertos, y que ahora vivían esta experiencia en la casa de su tío, comenzaron a preguntarse, diciendo: “¿Quién es este, que también perdona pecados?” Pero Cristo continuó diciéndole a la mujer: “Tu fe te ha salvado, ve en paz”. Vers. 49-50.
HD 236.6
Cristo conoce las circunstancias de cada alma. Podéis decir, soy pecador, muy pecador. Puede ser que lo seáis. Pero cuanto más pecadores, tanto más necesitáis de Jesús. Nunca rechaza al alma desconsolada y contrita. Tampoco le revela todo lo que sabe acerca de ella; solo le ordena a cada alma temblorosa que cobre ánimo. No rechazará a ningún alma penitente y creyente que se acerca a él; perdonará a todo aquel que viene a buscar perdón y restauración.
HD 237.1
Pero para conocer realmente a Jesús, se requiere un cambio del corazón. La persona en su estado natural de depravación, no convertida, no puede amar a Cristo. El amor a Jesús es el primer resultado de la conversión. Y la prueba de nuestro amor está declarada: “Si me amáis, guardad mis mandamientos [...]. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor”. Juan 14:15; Juan 15:10.
HD 237.2
Cristo podría ordenar a los ángeles del cielo que derramaran las copas de su ira sobre este mundo lleno de hipocresía y pecado, y que destruyeran a los que están llenos de odio hacia Dios. Podría hacer desaparecer este punto oscuro de su universo, pero no lo hace. En lugar de ello, está junto al altar del incienso presentando ante el Padre las oraciones de aquellos que desean su ayuda. “¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros”. Romanos 8:34.
HD 237.3
Debemos amar a Jesús y confiar en él. A todos los que son obedientes, los elevará paso a paso en la medida en que puedan avanzar junto a Aquel que quita los pecados, hasta que, iluminados por la luz que irradia desde el trono de Dios, puedan respirar el aire de las cortes celestiales. Junto a su gran Intercesor, los pecadores arrepentidos están por encima de cualquier lucha o de lenguas acusadoras. “¿Quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Pero también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os inquietéis”. 1 Pedro 3:13-14.
HD 237.4
Ningún ser humano, aunque se una con los ángeles malos, puede acusar al alma que huye para buscar refugio en Cristo. Él ya ha unido al alma creyente a su propia naturaleza divino-humana. En su obra mediadora, su divinidad y su humanidad están unidas; y de esta unión depende toda la esperanza del mundo.—The Signs of the Times, 9 de mayo de 1900.
HD 237.5
1706
HD
Hijas de Dios
[{"para_id":"1706.2","title":"Hijas de Dios","mp3":"\/mp3\/1706\/0000_spa_f_a_los_lectores_1706_2.mp3#duration=273&size=1922861"},{"para_id":"1706.43","title":"Cap\u00edtulo 1\u2014El se\u00f1or llama a las mujeres a su servicio","mp3":"\/mp3\/1706\/0001_spa_f_capitulo_1_el_senor_llama_a_las_mujeres_a_su_servicio_1706_43.mp3#duration=32&size=477924"},{"para_id":"1706.45","title":"Las mujeres como obreras cristianas","mp3":"\/mp3\/1706\/0002_spa_f_las_mujeres_como_obreras_cristianas_1706_45.mp3#duration=849&size=5381950"},{"para_id":"1706.74","title":"Cap\u00edtulo 2\u2014Mujeres notables del Antiguo Testamento","mp3":"\/mp3\/1706\/0003_spa_f_capitulo_2_mujeres_notables_del_antiguo_testamento_1706_74.mp3#duration=37&size=512088"},{"para_id":"1706.76","title":"Eva, madre de todos","mp3":"\/mp3\/1706\/0004_spa_f_eva_madre_de_todos_1706_76.mp3#duration=617&size=3987880"},{"para_id":"1706.103","title":"Sara, esposa de Abraham, madre de naciones","mp3":"\/mp3\/1706\/0005_spa_f_sara_esposa_de_abraham_madre_de_naciones_1706_103.mp3#duration=550&size=3586476"},{"para_id":"1706.124","title":"Rebeca","mp3":"\/mp3\/1706\/0006_spa_f_rebeca_1706_124.mp3#duration=273&size=1925818"},{"para_id":"1706.135","title":"Jocabed, madre de Mois\u00e9s","mp3":"\/mp3\/1706\/0007_spa_f_jocabed_madre_de_moises_1706_135.mp3#duration=233&size=1686564"},{"para_id":"1706.143","title":"Mar\u00eda, hermana de Mois\u00e9s","mp3":"\/mp3\/1706\/0008_spa_f_maria_hermana_de_moises_1706_143.mp3#duration=298&size=2075990"},{"para_id":"1706.153","title":"S\u00e9fora, esposa de Mois\u00e9s","mp3":"\/mp3\/1706\/0009_spa_f_sefora_esposa_de_moises_1706_153.mp3#duration=158&size=1234229"},{"para_id":"1706.162","title":"Rahab","mp3":"\/mp3\/1706\/0010_spa_f_rahab_1706_162.mp3#duration=192&size=1442509"},{"para_id":"1706.169","title":"D\u00e9bora","mp3":"\/mp3\/1706\/0011_spa_f_debora_1706_169.mp3#duration=351&size=2393924"},{"para_id":"1706.183","title":"Ana, madre de Samuel","mp3":"\/mp3\/1706\/0012_spa_f_ana_madre_de_samuel_1706_183.mp3#duration=457&size=3030789"},{"para_id":"1706.200","title":"Abigail","mp3":"\/mp3\/1706\/0013_spa_f_abigail_1706_200.mp3#duration=328&size=2252864"},{"para_id":"1706.213","title":"Hulda, la profetisa","mp3":"\/mp3\/1706\/0014_spa_f_hulda_la_profetisa_1706_213.mp3#duration=214&size=1573760"},{"para_id":"1706.222","title":"Ester","mp3":"\/mp3\/1706\/0015_spa_f_ester_1706_222.mp3#duration=284&size=1990176"},{"para_id":"1706.236","title":"Cap\u00edtulo 3\u2014Mujeres notables del Nuevo Testamento","mp3":"\/mp3\/1706\/0016_spa_f_capitulo_3_mujeres_notables_del_nuevo_testamento_1706_236.mp3#duration=48&size=577765"},{"para_id":"1706.238","title":"Elisabet, madre de Juan el Bautista","mp3":"\/mp3\/1706\/0017_spa_f_elisabet_madre_de_juan_el_bautista_1706_238.mp3#duration=183&size=1382836"},{"para_id":"1706.244","title":"Mar\u00eda, madre de Jes\u00fas","mp3":"\/mp3\/1706\/0018_spa_f_maria_madre_de_jesus_1706_244.mp3#duration=1094&size=6851660"},{"para_id":"1706.283","title":"Mar\u00eda y Marta","mp3":"\/mp3\/1706\/0019_spa_f_maria_y_marta_1706_283.mp3#duration=636&size=4101373"},{"para_id":"1706.306","title":"La mujer samaritana","mp3":"\/mp3\/1706\/0020_spa_f_la_mujer_samaritana_1706_306.mp3#duration=316&size=2180981"},{"para_id":"1706.321","title":"La mujer que toc\u00f3 el manto de Jes\u00fas","mp3":"\/mp3\/1706\/0021_spa_f_la_mujer_que_toco_el_manto_de_jesus_1706_321.mp3#duration=148&size=1174744"},{"para_id":"1706.327","title":"La suegra de Pedro","mp3":"\/mp3\/1706\/0022_spa_f_la_suegra_de_pedro_1706_327.mp3#duration=30&size=465248"},{"para_id":"1706.329","title":"La mujer cananea","mp3":"\/mp3\/1706\/0023_spa_f_la_mujer_cananea_1706_329.mp3#duration=206&size=1523817"},{"para_id":"1706.336","title":"La madre de Santiago y Juan","mp3":"\/mp3\/1706\/0024_spa_f_la_madre_de_santiago_y_juan_1706_336.mp3#duration=120&size=1005458"},{"para_id":"1706.342","title":"La viuda de Na\u00edn","mp3":"\/mp3\/1706\/0025_spa_f_la_viuda_de_nain_1706_342.mp3#duration=62&size=656823"},{"para_id":"1706.345","title":"Las mujeres al pie de la cruz","mp3":"\/mp3\/1706\/0026_spa_f_las_mujeres_al_pie_de_la_cruz_1706_345.mp3#duration=106&size=924273"},{"para_id":"1706.351","title":"Las mujeres junto a la tumba","mp3":"\/mp3\/1706\/0027_spa_f_las_mujeres_junto_a_la_tumba_1706_351.mp3#duration=385&size=2595616"},{"para_id":"1706.364","title":"Mujeres que segu\u00edan a Jes\u00fas","mp3":"\/mp3\/1706\/0028_spa_f_mujeres_que_seguian_a_jesus_1706_364.mp3#duration=221&size=1614000"},{"para_id":"1706.374","title":"Dorcas","mp3":"\/mp3\/1706\/0029_spa_f_dorcas_1706_374.mp3#duration=127&size=1046551"},{"para_id":"1706.380","title":"Lidia","mp3":"\/mp3\/1706\/0030_spa_f_lidia_1706_380.mp3#duration=131&size=1074340"},{"para_id":"1706.386","title":"Priscila","mp3":"\/mp3\/1706\/0031_spa_f_priscila_1706_386.mp3#duration=292&size=2042589"},{"para_id":"1706.398","title":"Ana la profetisa","mp3":"\/mp3\/1706\/0032_spa_f_ana_la_profetisa_1706_398.mp3#duration=44&size=553327"},{"para_id":"1706.401","title":"La esposa de Pilato","mp3":"\/mp3\/1706\/0033_spa_f_la_esposa_de_pilato_1706_401.mp3#duration=119&size=1004099"},{"para_id":"1706.408","title":"Cap\u00edtulo 4\u2014El estudio de la Biblia y la oraci\u00f3n son esenciales","mp3":"\/mp3\/1706\/0034_spa_f_capitulo_4_el_estudio_de_la_biblia_y_la_oracion_son_esenciales_1706_408.mp3#duration=57&size=626524"},{"para_id":"1706.410","title":"Estudiad la palabra","mp3":"\/mp3\/1706\/0035_spa_f_estudiad_la_palabra_1706_410.mp3#duration=622&size=4017787"},{"para_id":"1706.434","title":"La oraci\u00f3n","mp3":"\/mp3\/1706\/0036_spa_f_la_oracion_1706_434.mp3#duration=417&size=2789007"},{"para_id":"1706.451","title":"Cap\u00edtulo 5\u2014La mujer en la ense\u00f1anza","mp3":"\/mp3\/1706\/0037_spa_f_capitulo_5_la_mujer_en_la_ensenanza_1706_451.mp3#duration=355&size=2415380"},{"para_id":"1706.464","title":"Todos los que ense\u00f1an deben tener una \u00edntima comuni\u00f3n con Dios","mp3":"\/mp3\/1706\/0038_spa_f_todos_los_que_ensenan_deben_tener_una_intima_comunion_con_dios_1706_464.mp3#duration=87&size=806817"},{"para_id":"1706.469","title":"Las escuelas deben reflejar el orden del cielo","mp3":"\/mp3\/1706\/0039_spa_f_las_escuelas_deben_reflejar_el_orden_del_cielo_1706_469.mp3#duration=100&size=885792"},{"para_id":"1706.473","title":"La obra m\u00e1s hermosa dada a los humanos","mp3":"\/mp3\/1706\/0040_spa_f_la_obra_mas_hermosa_dada_a_los_humanos_1706_473.mp3#duration=84&size=793782"},{"para_id":"1706.476","title":"Los maestros son verdaderos misioneros","mp3":"\/mp3\/1706\/0041_spa_f_los_maestros_son_verdaderos_misioneros_1706_476.mp3#duration=358&size=2435078"},{"para_id":"1706.488","title":"Sarah Peck es llamada a ense\u00f1ar","mp3":"\/mp3\/1706\/0042_spa_f_sarah_peck_es_llamada_a_ensenar_1706_488.mp3#duration=214&size=1571732"},{"para_id":"1706.499","title":"Cap\u00edtulo 6\u2014La mujer en la medicina","mp3":"\/mp3\/1706\/0043_spa_f_capitulo_6_la_mujer_en_la_medicina_1706_499.mp3#duration=258&size=1833263"},{"para_id":"1706.512","title":"Las mujeres tratando a las mujeres y los hombres a los hombres","mp3":"\/mp3\/1706\/0044_spa_f_las_mujeres_tratando_a_las_mujeres_y_los_hombres_a_los_hombres_1706_512.mp3#duration=115&size=978799"},{"para_id":"1706.517","title":"Nacimientos","mp3":"\/mp3\/1706\/0045_spa_f_nacimientos_1706_517.mp3#duration=219&size=1600718"},{"para_id":"1706.523","title":"La Dra. Patience Bourdeau","mp3":"\/mp3\/1706\/0046_spa_f_la_dra_patience_bourdeau_1706_523.mp3#duration=191&size=1435834"},{"para_id":"1706.533","title":"La Dra. Julia White","mp3":"\/mp3\/1706\/0047_spa_f_la_dra_julia_white_1706_533.mp3#duration=171&size=1310863"},{"para_id":"1706.543","title":"Cap\u00edtulo 7\u2014El lugar de la mujer en la ganancia de almas","mp3":"\/mp3\/1706\/0048_spa_f_capitulo_7_el_lugar_de_la_mujer_en_la_ganancia_de_almas_1706_543.mp3#duration=42&size=541096"},{"para_id":"1706.545","title":"Cristo, el modelo perfecto para el verdadero ministerio","mp3":"\/mp3\/1706\/0049_spa_f_cristo_el_modelo_perfecto_para_el_verdadero_ministerio_1706_545.mp3#duration=244&size=1751071"},{"para_id":"1706.554","title":"Las mujeres pueden alcanzar una clase social a la que los hombres no pueden llegar","mp3":"\/mp3\/1706\/0050_spa_f_las_mujeres_pueden_alcanzar_una_clase_social_a_la_que_los_hombres_no_pueden_1706_554.mp3#duration=41&size=535007"},{"para_id":"1706.556","title":"La visitaci\u00f3n y el seguimiento son esenciales","mp3":"\/mp3\/1706\/0051_spa_f_la_visitacion_y_el_seguimiento_son_esenciales_1706_556.mp3#duration=144&size=1151189"},{"para_id":"1706.561","title":"El ej\u00e9rcito del se\u00f1or","mp3":"\/mp3\/1706\/0052_spa_f_el_ejercito_del_senor_1706_561.mp3#duration=89&size=822604"},{"para_id":"1706.568","title":"Cap\u00edtulo 8\u2014\u201cEl obrero es digno de su salario\u201d","mp3":"\/mp3\/1706\/0053_spa_f_capitulo_8_el_obrero_es_digno_de_su_salario_1706_568.mp3#duration=211&size=1555510"},{"para_id":"1706.576","title":"Carta al capit\u00e1n Henry Norman","mp3":"\/mp3\/1706\/0054_spa_f_carta_al_capitan_henry_norman_1706_576.mp3#duration=1031&size=6474609"},{"para_id":"1706.616","title":"Cap\u00edtulo 9\u2014El ministerio en el vecindario","mp3":"\/mp3\/1706\/0055_spa_f_capitulo_9_el_ministerio_en_el_vecindario_1706_616.mp3#duration=202&size=1502057"},{"para_id":"1706.624","title":"Todos tienen una parte en la obra de Dios","mp3":"\/mp3\/1706\/0056_spa_f_todos_tienen_una_parte_en_la_obra_de_dios_1706_624.mp3#duration=309&size=2142458"},{"para_id":"1706.636","title":"Obreros juntamente con Dios","mp3":"\/mp3\/1706\/0057_spa_f_obreros_juntamente_con_dios_1706_636.mp3#duration=69&size=704117"},{"para_id":"1706.641","title":"Una juventud entrenada para servir a otros","mp3":"\/mp3\/1706\/0058_spa_f_una_juventud_entrenada_para_servir_a_otros_1706_641.mp3#duration=273&size=1927841"},{"para_id":"1706.652","title":"Una carta misionera a Mar\u00eda Chase","mp3":"\/mp3\/1706\/0059_spa_f_una_carta_misionera_a_maria_chase_1706_652.mp3#duration=455&size=3018682"},{"para_id":"1706.671","title":"Cap\u00edtulo 10\u2014La obra de temperancia","mp3":"\/mp3\/1706\/0060_spa_f_capitulo_10_la_obra_de_temperancia_1706_671.mp3#duration=329&size=2260788"},{"para_id":"1706.683","title":"Nuestra relaci\u00f3n con la uni\u00f3n de mujeres por la temperancia cristiana","mp3":"\/mp3\/1706\/0061_spa_f_nuestra_relacion_con_la_union_de_mujeres_por_la_temperancia_cristiana_1706_683.mp3#duration=141&size=1135228"},{"para_id":"1706.689","title":"La Sra. Henry, dirigente de la uni\u00f3n de mujeres por la temperancia","mp3":"\/mp3\/1706\/0062_spa_f_la_sra_henry_dirigente_de_la_union_de_mujeres_por_la_temperancia_1706_689.mp3#duration=739&size=4723176"},{"para_id":"1706.719","title":"Las semillas de la verdad pueden sembrarse en la uni\u00f3n de mujeres","mp3":"\/mp3\/1706\/0063_spa_f_las_semillas_de_la_verdad_pueden_sembrarse_en_la_union_de_mujeres_1706_719.mp3#duration=74&size=730439"},{"para_id":"1706.721","title":"La muerte de la Hna. Henry: una p\u00e9rdida real para la causa de Dios","mp3":"\/mp3\/1706\/0064_spa_f_la_muerte_de_la_hna_henry_una_perdida_real_para_la_causa_de_dios_1706_721.mp3#duration=152&size=1198701"},{"para_id":"1706.728","title":"Cap\u00edtulo 11\u2014\u201cId por todo el mundo\u201d","mp3":"\/mp3\/1706\/0065_spa_f_capitulo_11_id_por_todo_el_mundo_1706_728.mp3#duration=303&size=2102865"},{"para_id":"1706.739","title":"El colportaje","mp3":"\/mp3\/1706\/0066_spa_f_el_colportaje_1706_739.mp3#duration=68&size=692974"},{"para_id":"1706.743","title":"El trabajo por los ancianos y los desamparados","mp3":"\/mp3\/1706\/0067_spa_f_el_trabajo_por_los_ancianos_y_los_desamparados_1706_743.mp3#duration=48&size=573686"},{"para_id":"1706.745","title":"El verdadero esp\u00edritu misionero es esencial","mp3":"\/mp3\/1706\/0068_spa_f_el_verdadero_espiritu_misionero_es_esencial_1706_745.mp3#duration=360&size=2450350"},{"para_id":"1706.756","title":"Los misioneros deben estar consagrados a la obra","mp3":"\/mp3\/1706\/0069_spa_f_los_misioneros_deben_estar_consagrados_a_la_obra_1706_756.mp3#duration=387&size=2609521"},{"para_id":"1706.772","title":"Cap\u00edtulo 12\u2014El respeto propio","mp3":"\/mp3\/1706\/0070_spa_f_capitulo_12_el_respeto_propio_1706_772.mp3#duration=575&size=3737777"},{"para_id":"1706.793","title":"Una carta animadora","mp3":"\/mp3\/1706\/0071_spa_f_una_carta_animadora_1706_793.mp3#duration=626&size=4045139"},{"para_id":"1706.820","title":"Cap\u00edtulo 13\u2014La influencia de la mujer cristiana","mp3":"\/mp3\/1706\/0072_spa_f_capitulo_13_la_influencia_de_la_mujer_cristiana_1706_820.mp3#duration=442&size=2941330"},{"para_id":"1706.837","title":"La influencia del vestido de la mujer cristiana","mp3":"\/mp3\/1706\/0073_spa_f_la_influencia_del_vestido_de_la_mujer_cristiana_1706_837.mp3#duration=177&size=1351281"},{"para_id":"1706.847","title":"Cap\u00edtulo 14\u2014La modestia de la mujer cristiana","mp3":"\/mp3\/1706\/0074_spa_f_capitulo_14_la_modestia_de_la_mujer_cristiana_1706_847.mp3#duration=323&size=2222931"},{"para_id":"1706.856","title":"Buen ejemplo en el vestido","mp3":"\/mp3\/1706\/0075_spa_f_buen_ejemplo_en_el_vestido_1706_856.mp3#duration=295&size=2056867"},{"para_id":"1706.869","title":"Carta de consejo dirigida a Addie Walling","mp3":"\/mp3\/1706\/0076_spa_f_carta_de_consejo_dirigida_a_addie_walling_1706_869.mp3#duration=286&size=2003591"},{"para_id":"1706.881","title":"Cap\u00edtulo 15\u2014El equilibrio en la vida","mp3":"\/mp3\/1706\/0077_spa_f_capitulo_15_el_equilibrio_en_la_vida_1706_881.mp3#duration=47&size=567409"},{"para_id":"1706.883","title":"Es necesario el equilibrio en todos los aspectos de la vida","mp3":"\/mp3\/1706\/0078_spa_f_es_necesario_el_equilibrio_en_todos_los_aspectos_de_la_vida_1706_883.mp3#duration=363&size=2467435"},{"para_id":"1706.899","title":"Equilibrio en el uso de nuestro tiempo","mp3":"\/mp3\/1706\/0079_spa_f_equilibrio_en_el_uso_de_nuestro_tiempo_1706_899.mp3#duration=82&size=777480"},{"para_id":"1706.902","title":"Mejoramiento personal","mp3":"\/mp3\/1706\/0080_spa_f_mejoramiento_personal_1706_902.mp3#duration=73&size=727151"},{"para_id":"1706.907","title":"Carta a una mujer egoc\u00e9ntrica","mp3":"\/mp3\/1706\/0081_spa_f_carta_a_una_mujer_egocentrica_1706_907.mp3#duration=888&size=5615936"},{"para_id":"1706.940","title":"Cap\u00edtulo 16\u2014Salud, ejercicio y vida saludable","mp3":"\/mp3\/1706\/0082_spa_f_capitulo_16_salud_ejercicio_y_vida_saludable_1706_940.mp3#duration=230&size=1669140"},{"para_id":"1706.949","title":"El ejercicio es esencial","mp3":"\/mp3\/1706\/0083_spa_f_el_ejercicio_es_esencial_1706_949.mp3#duration=418&size=2795310"},{"para_id":"1706.968","title":"Elena G. de White insist\u00eda en seguir los principios de salud en su hogar","mp3":"\/mp3\/1706\/0084_spa_f_elena_g_de_white_insistia_en_seguir_los_principios_de_salud_en_su_hogar_1706_968.mp3#duration=579&size=3760956"},{"para_id":"1706.991","title":"Cap\u00edtulo 17\u2014Matrimonio, hogar y familia","mp3":"\/mp3\/1706\/0085_spa_f_capitulo_17_matrimonio_hogar_y_familia_1706_991.mp3#duration=19&size=398765"},{"para_id":"1706.993","title":"El matrimonio","mp3":"\/mp3\/1706\/0086_spa_f_el_matrimonio_1706_993.mp3#duration=343&size=2344100"},{"para_id":"1706.1006","title":"El debido cuidado al elegir el compa\u00f1ero de la vida","mp3":"\/mp3\/1706\/0087_spa_f_el_debido_cuidado_al_elegir_el_companero_de_la_vida_1706_1006.mp3#duration=155&size=1218918"},{"para_id":"1706.1012","title":"Cuando surgen problemas","mp3":"\/mp3\/1706\/0088_spa_f_cuando_surgen_problemas_1706_1012.mp3#duration=336&size=2303691"},{"para_id":"1706.1027","title":"Mant\u00e9ngase firme ante las circunstancias dif\u00edciles","mp3":"\/mp3\/1706\/0089_spa_f_mantengase_firme_ante_las_circunstancias_dificiles_1706_1027.mp3#duration=98&size=875198"},{"para_id":"1706.1033","title":"Invitad al esp\u00edritu de Dios para resolver las diferencias","mp3":"\/mp3\/1706\/0090_spa_f_invitad_al_espiritu_de_dios_para_resolver_las_diferencias_1706_1033.mp3#duration=497&size=3270201"},{"para_id":"1706.1053","title":"El noviazgo y el matrimonio son decisiones serias","mp3":"\/mp3\/1706\/0091_spa_f_el_noviazgo_y_el_matrimonio_son_decisiones_serias_1706_1053.mp3#duration=218&size=1593248"},{"para_id":"1706.1060","title":"La familia en la tierra es un s\u00edmbolo de la familia del cielo","mp3":"\/mp3\/1706\/0092_spa_f_la_familia_en_la_tierra_es_un_simbolo_de_la_familia_del_cielo_1706_1060.mp3#duration=98&size=876725"},{"para_id":"1706.1065","title":"La hospitalidad en el hogar","mp3":"\/mp3\/1706\/0093_spa_f_la_hospitalidad_en_el_hogar_1706_1065.mp3#duration=93&size=844767"},{"para_id":"1706.1070","title":"Cap\u00edtulo 18\u2014La maternidad","mp3":"\/mp3\/1706\/0094_spa_f_capitulo_18_la_maternidad_1706_1070.mp3#duration=274&size=1934383"},{"para_id":"1706.1081","title":"La fuente de fortaleza para la madre","mp3":"\/mp3\/1706\/0095_spa_f_la_fuente_de_fortaleza_para_la_madre_1706_1081.mp3#duration=112&size=960553"},{"para_id":"1706.1085","title":"Sabios consejos a dos jovencitas","mp3":"\/mp3\/1706\/0096_spa_f_sabios_consejos_a_dos_jovencitas_1706_1085.mp3#duration=376&size=2544547"},{"para_id":"1706.1101","title":"Es responsabilidad de los hijos cuidar por una madre anciana","mp3":"\/mp3\/1706\/0097_spa_f_es_responsabilidad_de_los_hijos_cuidar_por_una_madre_anciana_1706_1101.mp3#duration=331&size=2276563"},{"para_id":"1706.1116","title":"Cap\u00edtulo 19\u2014La paternidad","mp3":"\/mp3\/1706\/0098_spa_f_capitulo_19_la_paternidad_1706_1116.mp3#duration=261&size=1855283"},{"para_id":"1706.1128","title":"Los rasgos de car\u00e1cter se pasan de los padres a los hijos","mp3":"\/mp3\/1706\/0099_spa_f_los_rasgos_de_caracter_se_pasan_de_los_padres_a_los_hijos_1706_1128.mp3#duration=573&size=3724991"},{"para_id":"1706.1150","title":"Ens\u00e9\u00f1ese a los hijos a formar buenos h\u00e1bitos","mp3":"\/mp3\/1706\/0100_spa_f_ensenese_a_los_hijos_a_formar_buenos_habitos_1706_1150.mp3#duration=283&size=1986279"},{"para_id":"1706.1163","title":"Los padres pueden ser demasiado complacientes","mp3":"\/mp3\/1706\/0101_spa_f_los_padres_pueden_ser_demasiado_complacientes_1706_1163.mp3#duration=394&size=2652190"},{"para_id":"1706.1180","title":"Cap\u00edtulo 20\u2014Los deberes pr\u00e1cticos de la vida","mp3":"\/mp3\/1706\/0102_spa_f_capitulo_20_los_deberes_practicos_de_la_vida_1706_1180.mp3#duration=26&size=442820"},{"para_id":"1706.1182","title":"Es esencial ense\u00f1ar labores \u00fatiles","mp3":"\/mp3\/1706\/0103_spa_f_es_esencial_ensenar_labores_utiles_1706_1182.mp3#duration=175&size=1336243"},{"para_id":"1706.1190","title":"El valor de la educaci\u00f3n pr\u00e1ctica","mp3":"\/mp3\/1706\/0104_spa_f_el_valor_de_la_educacion_practica_1706_1190.mp3#duration=165&size=1276788"},{"para_id":"1706.1197","title":"Todos debieran aprender una profesi\u00f3n","mp3":"\/mp3\/1706\/0105_spa_f_todos_debieran_aprender_una_profesion_1706_1197.mp3#duration=82&size=780624"},{"para_id":"1706.1202","title":"Las mujeres de intelecto destacado debieran ser aptas para administrar","mp3":"\/mp3\/1706\/0106_spa_f_las_mujeres_de_intelecto_destacado_debieran_ser_aptas_para_administrar_1706_1202.mp3#duration=285&size=1995604"},{"para_id":"1706.1215","title":"Cap\u00edtulo 21\u2014Cuando llega la aflicci\u00f3n","mp3":"\/mp3\/1706\/0107_spa_f_capitulo_21_cuando_llega_la_afliccion_1706_1215.mp3#duration=279&size=1959106"},{"para_id":"1706.1228","title":"La muerte del esposo","mp3":"\/mp3\/1706\/0108_spa_f_la_muerte_del_esposo_1706_1228.mp3#duration=623&size=4025817"},{"para_id":"1706.1260","title":"Enfrentando la viudez","mp3":"\/mp3\/1706\/0109_spa_f_enfrentando_la_viudez_1706_1260.mp3#duration=223&size=1627124"},{"para_id":"1706.1271","title":"La muerte de un ni\u00f1o","mp3":"\/mp3\/1706\/0110_spa_f_la_muerte_de_un_nino_1706_1271.mp3#duration=320&size=2205521"},{"para_id":"1706.1287","title":"La muerte de una amiga","mp3":"\/mp3\/1706\/0111_spa_f_la_muerte_de_una_amiga_1706_1287.mp3#duration=228&size=1655029"},{"para_id":"1706.1297","title":"Cap\u00edtulo 22\u2014De mujer a mujer","mp3":"\/mp3\/1706\/0112_spa_f_capitulo_22_de_mujer_a_mujer_1706_1297.mp3#duration=185&size=1397619"},{"para_id":"1706.1306","title":"Buscad a los que se sienten solos","mp3":"\/mp3\/1706\/0113_spa_f_buscad_a_los_que_se_sienten_solos_1706_1306.mp3#duration=103&size=903130"},{"para_id":"1706.1313","title":"Nuestras opiniones y voluntad deben ser sometidas a Dios","mp3":"\/mp3\/1706\/0114_spa_f_nuestras_opiniones_y_voluntad_deben_ser_sometidas_a_dios_1706_1313.mp3#duration=572&size=3718409"},{"para_id":"1706.1334","title":"Dios nos escucha","mp3":"\/mp3\/1706\/0115_spa_f_dios_nos_escucha_1706_1334.mp3#duration=158&size=1233404"},{"para_id":"1706.1341","title":"Una oraci\u00f3n por el servicio","mp3":"\/mp3\/1706\/0116_spa_f_una_oracion_por_el_servicio_1706_1341.mp3#duration=52&size=599379"},{"para_id":"1706.1344","title":"Ap\u00e9ndices","mp3":"\/mp3\/1706\/0117_spa_f_apendices_1706_1344.mp3#duration=757&size=4829592"},{"para_id":"1706.1379","title":"Ap\u00e9ndice b\u2014El ministerio p\u00fablico de Elena G. de White","mp3":"\/mp3\/1706\/0118_spa_f_apendice_b_el_ministerio_publico_de_elena_g_de_white_1706_1379.mp3#duration=968&size=6096636"},{"para_id":"1706.1415","title":"Ap\u00e9ndice c\u2014Documentos relacionados con la ordenaci\u00f3n de la mujer","mp3":"\/mp3\/1706\/0119_spa_f_apendice_c_documentos_relacionados_con_la_ordenacion_de_la_mujer_1706_1415.mp3#duration=17&size=387043"},{"para_id":"1706.1417","title":"Acontecimientos que ocurrieron durante la vida y experiencia de Elena G. de White","mp3":"\/mp3\/1706\/0120_spa_f_acontecimientos_que_ocurrieron_durante_la_vida_y_experiencia_de_elena_g_de_1706_1417.mp3#duration=989&size=6222946"},{"para_id":"1706.1473","title":"Conclusi\u00f3n","mp3":"\/mp3\/1706\/0121_spa_f_conclusion_1706_1473.mp3#duration=17&size=391532"},{"para_id":"1706.1476","title":"Ap\u00e9ndice d\u2014El uso del diezmo","mp3":"\/mp3\/1706\/0122_spa_f_apendice_d_el_uso_del_diezmo_1706_1476.mp3#duration=513&size=3363117"},{"para_id":"1706.1498","title":"Ap\u00e9ndice e\u2014La relaci\u00f3n entre Elena G. de White y su esposo","mp3":"\/mp3\/1706\/0123_spa_f_apendice_e_la_relacion_entre_elena_g_de_white_y_su_esposo_1706_1498.mp3#duration=82&size=781431"},{"para_id":"1706.1502","title":"Jaime y Elena G. de White","mp3":"\/mp3\/1706\/0124_spa_f_jaime_y_elena_g_de_white_1706_1502.mp3#duration=200&size=1486804"},{"para_id":"1706.1509","title":"Cartas de Elena G. de White referidas a las condiciones de su esposo escritas entre el 10 y el 17 de mayo de 1876","mp3":"\/mp3\/1706\/0125_spa_f_cartas_de_elena_g_de_white_referidas_a_las_condiciones_de_su_esposo_1706_1509.mp3#duration=263&size=1864249"},{"para_id":"1706.1520","title":"El contexto de las cartas","mp3":"\/mp3\/1706\/0126_spa_f_el_contexto_de_las_cartas_1706_1520.mp3#duration=347&size=2372549"},{"para_id":"1706.1537","title":"Primera carta","mp3":"\/mp3\/1706\/0127_spa_f_primera_carta_1706_1537.mp3#duration=222&size=1622361"},{"para_id":"1706.1548","title":"Segunda carta","mp3":"\/mp3\/1706\/0128_spa_f_segunda_carta_1706_1548.mp3#duration=112&size=962148"},{"para_id":"1706.1551","title":"Tercera carta","mp3":"\/mp3\/1706\/0129_spa_f_tercera_carta_1706_1551.mp3#duration=328&size=2253943"},{"para_id":"1706.1567","title":"Cuarta carta","mp3":"\/mp3\/1706\/0130_spa_f_cuarta_carta_1706_1567.mp3#duration=181&size=1372889"},{"para_id":"1706.1576","title":"Carta a su esposo","mp3":"\/mp3\/1706\/0131_spa_f_carta_a_su_esposo_1706_1576.mp3#duration=495&size=3258400"}]