Hijos e Hijas de Dios

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Cristo es nuestro capitán, 2 de junio

El respondió:... como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señora su siervo? Josué 5:14. HHD 162.1

Cuando Josué salió en la mañana antes de tomar a Jericó, se le apareció ante él un guerrero completamente equipado para la batalla. Y Josué le preguntó: “¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?” A lo que él respondió: “Como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora”. Si los ojos de Josué hubieran sido abiertos,... y si hubiera podido soportar la visión, hubiera visto a los ángeles del Señor acampados alrededor de los hijos de Israel; porque el aguerrido ejército del cielo había venido a combatir en favor del pueblo de Dios, y el capitán de las huestes del Señor estaba a su mando... No fue Israel, sino el Capitán de las huestes de Jehová el que tomó a Jericó. Pero Israel tenía que desempeñar su parte para poner de manifiesto la fe que tenía en el Capitán de su salvación. HHD 162.2

Cada día debemos librar combates. Una gran batalla se libra en cada alma, entre el príncipe de las tinieblas y el de la vida. Hay una gran batalla que librar,.... pero no debéis llevar a cabo el mayor esfuerzo del combate aquí. Como instrumentos de Dios, debéis someteros a él, para que él trace el plan y dirija el combate de la batalla por vosotros, con vuestra cooperación. El Príncipe de la vida está al frente de su obra. Os acompañará en vuestro combate cotidiano contra el yo, para que podáis ser leales a los principios, para que la pasión, cuando luche por obtener el predominio, sea sometida por la gracia de Cristo; para que salgáis más que vencedores por medio de Aquel que nos amó.—The Review and Herald, 19 de julio de 1892. HHD 162.3